Proponen que una supernova de masa baja provocó la formación de nuestro sistema solar
1/12/2016 de University of Minnesota /Nature Communications
Imagen de la supernova G1.9+03 obtenida en rayos X por el observatorio espacial Chandra de NASA. La explosión como supernova de un objeto de masa estelar baja (unas 12 veces la masa del Sol) pudo provocar la formación de nuestro sistema solar. Crédito: NASA/CXC/CfA/S. Chakraborti et al.
Un equipo de investigadores dirigido por el profesor Yong-Zhong Qian ha utilizado modelos nuevos y pruebas encontradas en meteoritos para demostrar que una supernova de masa baja incitó la formación de nuestro sistema solar.
Hace unos 4600 milloes de años, una nube de gas y polvo, que acabó formando nuestro sistema solar, resultó perturbada. El colapso gravitatorio que siguió condujo a la formación del protosol con un disco alrededor donde nacieron los planetas. Una supernova (una estrella que explota al final de su ciclo de vida) habría tenido la energía suficiente para comprimir dicha nube de gas. Pero no existían pruebas definitivas que apoyaran esta teoría. Además, la naturaleza de la supernova tampoco se conocía.
Qian y sus colaboradores decidieron centrarse en núcleos atómicos de vida corta presentes en el sistema solar temprano. Debido a sus cortas vidas, estos núcleos sólo podrían proceder de la supernova. Sus abundancias en el sistema solar primitivo han sido deducidas a partir de sus productos de desintegración presentes en meteoritos. Al tratarse de restos de la formacion del sistema solar, los meteoritos son comparables a los ladrillos y el cemento sobrantes en una obra. Nos dicen de qué está hehco el sistema solar y, en particular, qué núcleos atómicos de vida corta aportó la supernova.
Qian y sus colaboradores decidieron comprobar si una supernova de masa baja (unas 12 veces más pesada que nuestro Sol) podría explicar los registros meteoríticos. Empezaron examinando el berilio-10, un núcleo de vida corta que posee 4 protones (y es por tanto el cuarto elemento de la tabla periódica) y 6 neutrones. Es un núcleo ampliamente distribuido en los meteoritos y esta ubicuidad es en sí misma un mistero.
Utilizando los modelos nuevos, los investigadores han demostrado que el berilio-10 puede ser producido por un proceso llamado de espalación (fragmentación) por neutrinos en supernovas tanto de masa alta como baja. Sin embargo, solo una supernova de masa baja que provocara la formación del sistema solar explicaría el registro meteorítico global.