Los exoplanetas rocosos y sus estrellas anfitrionas podrían tener una composición similar
15/10/2021 de Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) / Science
Las estrellas recién formadas están rodeadas por un disco protoplanetario. Una fracción del material del disco se condensa en bloques formadores de planetas y el resto finalmente cae en la estrella. Debido a su origen común, los investigadores han asumido que la composición de estos bloques y la de los planetas rocosos de baja masa debería ser similar a la de sus estrellas anfitrionas. Sin embargo, hasta ahora, el Sistema Solar era la única referencia disponible para los científicos.
En una nueva investigación, publicada hoy en la revista Science, un equipo internacional de astrónomos liderado por el investigador del Instituto de Astrofísica e Ciências do Espaço (IA) Vardan Adibekyan, en el que participa el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), ha establecido por primera vez una correlación entre la composición de los exoplanetas rocosos y la de sus estrellas anfitrionas. El estudio también muestra que esta relación no se corresponde de manera exacta, como se suponía anteriormente.
“El equipo descubrió que la composición de los planetas rocosos está íntimamente ligada a la composición de la estrella anfitriona, lo que nos podría ayudar a identificar planetas que pueden ser similares al nuestro –explica Vardan Adibekyan, autor principal del estudio-. Además, el contenido de hierro de estos planetas es más alto de lo que uno podría predecir por la composición de los discos protoplanetarios en los que se formaron, lo que se debe a las características específicas de los procesos de formación de planetas y a la química de estos discos”. Y añade: “Nuestro trabajo muestra modelos de formación planetaria con un nivel de certeza y detalle que no tiene precedentes”.
El equipo también encontró un resultado intrigante. Descubrieron diferencias en la fracción de hierro que presentan las supertierras y los supermercurios, lo que implica que estos planetas parecen ser poblaciones distintas en términos de composición, con implicaciones para su formación. Este hallazgo requerirá más estudios ya que las simulaciones de formación de planetas que incorporan colisiones, por sí solas, no pueden reproducir los supermercurios de mayor densidad. “Comprender la formación de los supermercurios nos ayudará a comprender la densidad peculiarmente alta de Mercurio”, asegura Adibekyan.
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