La NASA desarrolla nuevos métodos para medir la masa de planetas que vagan por el espacio sin estrella a la que orbitar
7/10/2021 de INTA/NASA
A día de hoy se han encontrado miles de exoplanetas, la mayoría orbitando cerca de sus estrellas anfitrionas, pero son relativamente pocos los exoplanetas descubiertos que estén suspendidos libremente por la galaxia. Son los llamados planetas rebeldes, que no están ligados gravitacionalmente a ninguna estrella. Muchos astrónomos creen que estos planetas son más comunes de lo que creemos, pero que nuestras técnicas de búsqueda de planetas no han sido las adecuadas en la tarea de localizarlos.
El telescopio espacial Nancy Grace Roman de la NASA realizará un sondeo para descubrir muchos más exoplanetas utilizando poderosas técnicas adecuadas para un telescopio de campo amplio. Las estrellas de nuestra galaxia, la Vía Láctea, se mueven y las alineaciones al azar pueden ayudarnos a encontrar planetas rebeldes. Cuando uno de estos planetas se alinea con precisión con una estrella distante, esto puede resultar en que se detecte que la estrella brille. Durante esos eventos, la gravedad del planeta actúa como una lente que magnifica brevemente la luz de la estrella de fondo. Si bien Roman puede encontrar planetas rebeldes a través de esta técnica, llamada microlente gravitacional, hay un inconveniente: la distancia al planeta que hace de lente es poco conocida.
Un científico de Goddard, el Dr. Richard K. Barry, está desarrollando un concepto de misión llamado CLEoPATRA (Contemporaneous LEnsing Parallax and Autonomous TRansient Assay) para aprovechar los efectos de paralaje para calcular estas distancias. El paralaje es el cambio aparente en la posición de un objeto en primer plano visto por observadores en ubicaciones ligeramente diferentes. Nuestros cerebros aprovechan las vistas ligeramente diferentes de nuestros ojos para que podamos ver la profundidad. Los astrónomos del siglo XIX establecieron, por primera vez, las distancias a las estrellas cercanas utilizando el mismo efecto, midiendo cómo cambiaban sus posiciones en relación con las estrellas de fondo a través de fotografías tomadas cuando la Tierra estaba en lados opuestos de su órbita.
Funciona de forma un poco diferente con la microlente, donde la alineación aparente del planeta y la estrella de fondo distante depende en gran medida de la posición del observador. En este caso, dos observadores bien separados, cada uno equipado con un reloj preciso, presenciarían el mismo evento de microlente en momentos ligeramente diferentes. El retraso de tiempo entre las dos detecciones permite a los científicos determinar la distancia del planeta.
Para maximizar el efecto de paralaje, CLEoPATRA viajaría en una misión con destino a Marte que se lance aproximadamente al mismo tiempo que Roman, que está programado para finales de 2025. Eso lo colocaría en su propia órbita alrededor del Sol, que alcanzaría una distancia suficiente de la Tierra para medir de manera efectiva la señal de paralaje de microlente y completar esta información restante.
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