GAIA desvela un acontecimiento clave en la formación de la Vía Láctea
5/11/2018 de ESA / Nature
En lugar de formarse sola, nuestra Galaxia se fusionó con otra de gran tamaño en una fase temprana, hace unos diez mil millones de años. Las pruebas se acumulan a nuestro alrededor en el espacio, pero ha tenido que ser Gaia, con su extraordinaria precisión, la que nos ha mostrado aquello que permanecía oculto a plena vista.
Gaia mide la posición, el movimiento y el brillo de las estrellas con un nivel de precisión sin precedentes. A partir de los primeros 22 meses de observaciones, un equipo de astrónomos liderado por Amina Helmi, de la Universidad de Groningen (Países Bajos), estudió siete millones de estrellas —aquellas cuyas velocidades y posiciones tridimensionales completas están disponibles— y halló que unas treinta mil formaban un extraño conjunto que se desplaza por la Vía Láctea. En concreto, las estrellas observadas están cruzando por nuestro vecindario solar.
“El conjunto de estrellas que detectamos con Gaia presenta todas las propiedades que podríamos esperar en los restos de una fusión galáctica”, subraya Amina, autora principal del artículo publicado el pasado miércoles en Nature.
En otras palabras, el conjunto cumple lo que se esperaría de estrellas que una vez formaron parte de una galaxia y que han sido devoradas por la Vía Láctea. Estas estrellas ahora conforman la mayor parte del halo interior de nuestra Galaxia: un componente difuso de estrellas antiguas, formadas en fases tempranas y que ahora rodean la principal concentración de la Vía Láctea, lo que se conoce como el bulbo central y el disco.