Encontrado: corazón de oscuridad
1/8/2011 de Keck Observatory
Un grupo de astrónomos que trabaja con el telescopio Keck II de 10 metros en Hawaii ha confirmado que un grupo de unas 1000 estrellas débiles que se encuentran justo fuera de la Vía Láctea forman la galaxia más oscura conocida, así como algo más: un tesoro de estrellas antiguas.
Por «oscuro» los astrónomos no entienden cuánta luz la galaxia, llamada Segue 1, emite, sino que se refieren al hecho de que la galaxia enana parece poseer 3400 veces más masa de la que le corresponde por sus estrellas visibles. En otras palabras, Segue 1 es principalmente una enorme nube de materia oscura decorada con un rocío de estrellas.
El anuncio inicial de la «galaxia más oscura» fue realizado hace dos años por Marla Geha, una astrónoma de la Universidad de Yale, Joshua Simon de la Institución Carnegie, y sus colaboradores. Su comunicación original se basaba en datos del Sloan Digital Sky Survey y del telescopio Keck II. Estas observaciones indicaban que las estrellas se desplazaban todas juntas y eran un grupo diferenciado, y no un simple cúmulo de estrellas similares que habría sido arrancado de la cercana galaxia enana Sagitario, más rica en estrellas. Un grupo de astrónomos competidor de la universidad de Cambridge, en cambio, no estaba convencido.
Así que Simon, Geha y su grupo regresaron al Keck y trabajaron con el espectrógrafo Deep Extragalactic Imaging Multi-Object Spectrograph (DEIMOS) para medir cómo se mueven las estrellas, no sólo en relación a la Vía Láctea, sino también en relación unas con otras.
Si las alrededor de 1000 estrellas fueran todo lo que hay en Segue 1, con sólo un pellizco de materia oscura, las estrellas se moverían a la misma velocidad, comenta Simon. Pero los datos del Keck muestran que no es así. En lugar de desplazarse de forma estable a unos 209 km/s respecto de la Vía Láctea, algunas de las estrellas de Segue 1 se mueven a velocidades tan lentas como 194 km/s, mientras otras alcanzan los 224 km/s.
«Esto nos indica que Segue 1 debe de tener mucha más masa para poder acelerar las estrellas a estas velocidades», explica Geha. Han calculado que la materia necesaria para producir las diferentes velocidades estelares observadas en Segue 1 es de 600 000 masas solares. Pero sólo hay 1000 estrellas en Segue 1, y todas ellas tienen masas cercana a las de nuestro Sol, afirma Simon. Virtualmente toda la masa restante debe de ser materia oscura.