En Saturno, uno de estos anillos no es como los otros
7/9/2015 de JPL
Saturno observado por la nave espacial Cassini durante su equinoccio en 2009. Los datos acerca de cómo se enfriaron los anillos durante esta época proporcionan datos sobre la naturaleza de las partículas que forman los anillos. Crédito: NASA/JPL/Space Science Institute.
Como la Tierra, Saturno se encuentra inclinado respecto de su eje. En el curso de su órbita de 29 años de duración, los rayos del Sol se desplazan del norte al sur del planeta y sus anillos, y de nuevo al norte. Los cambios en la luz solar hacen que la temperatura de los anillos (que están compuestos de billones de partículas heladas) cambie de estación en estación. Durante el equinoccio, que sólo duró unos pocos días, aparecieron sombras inusuales y estructuras ondulantes.
Un equipo de científicos ha anunciado que una parte de los anillos parece haber sufrido un poco de fiebre durante el equinoccio. La temperatura más alta de lo habitual ha permitido estudiar la estructura interior de las partículas de los anillos, algo que está habitualmente fuera del alcance de los científicos.
«Durante la mayor parte del tiempo no podemos aprender gran cosa acerca de cómo son las partículas de los anillos de Saturno más allá de 1 mm de profundidad bajo la superficie. Pero el hecho de que una parte de los anillos no se enfriase tal como esperábamos nos permitió crear un modelo de cómo puede ser su interior», afirma Ryuji Morishima del JPL de NASA, que ha dirigido el estudio.
Los investigadores estudiaron cómo se enfriarían y calentarían partículas con distintas estructuras durante las estaciones en Saturno. Estudios anteriores basados en datos de Cassini han mostrado que las partículas heladas de los anillos de Saturno son blandas en el exterior, como nieve fresca. Este material exterior, llamado regolito, se crea con el paso del tiempo, a medida que diminutos impactos pulverizan la superficie de cada partícula. El análisis de los investigadores sugiere que la mejor explicación de las temperaturas altas en el anillo A es que está compuesto principalmente por partículas de aproximadamente 1 metro de ancho formadas sobre todo por hielo sólido, con sólo una delgada cubierta de regolito.
«Una concentración alta de fragmentos sólidos de hielo denso en esta región de los anillos de Saturno es inesperada», afirma Morishima. «Las partículas de los anillos habitualmente se esparcen y se distribuyen uniformemente al cabo de unos 100 millones de años». La acumulación de partículas densas en un lugar sugiere que algún proceso ha colocado ahí las partículas en un pasado geológicamente reciente, o bien que las partículas se encuentran confinadas en ese lugar de algún modo. Los investigadores sugieren que se trata de una luna que habría existido en esa posición en los últimos cien millones de años y que fue destruida, quizás por un impacto gigante. O es posible también que estos fragmentos de hielo denso sean depositados por las lunas que migran por dentro del anillo.