El Gran Telescopio Canarias obtiene un espectro del primer cometa interestelar C/2019 Q4 (Borisov)
24/9/2019 de Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC)
En la madrugada del 13 de septiembre, los miembros del grupo de Sistema Solar del IAC, integrado por Julia de León, Miquel Serra-Ricart y Javier Licandro, junto con el de la Universidad Complutense Madrid, integrado por Carlos Raúl de la Fuente Marcos, obtuvieron imágenes y espectros del cometa C/2019 Q4 (Borisov) utilizando el instrumento OSIRIS en el Gran Telescopio Canarias (GTC), de 10,4 m de diámetro, instalado en el Observatorio del Roque de los Muchachos (Garafía, La Palma). La observación no fue sencilla, ya que actualmente el objeto se encuentra cerca del Sol al amanecer y a muy baja altura. No obstante, las observaciones pudieron hacerse gracias a las excelentes condiciones atmosféricas de los Observatorios de Canarias y a la pericia del equipo de soportes del GTC.
Según indica Miquel Serra Ricart, «la imagen de C/2019 Q4 muestra que se trata de un objeto de apariencia cometaria, con coma y cola bien definidas». Por otra parte, Julia de León concluye que «el espectro del objeto es del mismo tipo que el que muestran los cometas de nuestro sistema solar, lo que claramente indica que tiene una composición similar». Los cometas están compuestos por hielo y polvo, son «bolas de nieve sucia», como los definiera Fred Whipple en 1950, que se han formado en la parte externa del disco planetario, allí donde el agua está congelada debido a las bajas temperaturas reinantes. Son restos de los materiales que dieron lugar a los planetas gigantes que nunca llegaron a incorporarse en dichos planetas.
Este cometa es el segundo visitante interestelar descubierto después del asteroide 1I/’Oumuamua. C/2019 Q4 no se formó en nuestro sistema solar sino alrededor de otra estrella de la que se ha escapado. Es el primer objeto claramente cometario proveniente de otra estrella. Según Raúl de la Fuente Marcos, «nuestras integraciones de N-cuerpos usando la solución orbital más reciente ponen a C/2019 Q4 más allá de la esfera de influencia gravitatoria del Sistema Solar con una velocidad unas 500 veces superior a la velocidad de escape relativa al Sistema Solar a esa distancia. Es difícil considerar otra explicación que no incluya un origen extrasolar».
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