El futuro del radiotelescopio gigante de Arecibo, en el limbo
26/1/2017 de Phys.org
Imagen tomada desde el aire del Observatorio de Arecibo en Puerto Rico. Su futuro ha sido puesto en duda, tras el anuncio de la NSF de que carecen de los fondos necesarios para sostenerlo. Crédito: AP Photo/ Tomas van Houtryve.
El futuro de uno de los mayores radiotelescopios de una sola antena del mundo está en la cuerda floja después de que la Fundación Nacional para la Ciencia de USA (NSF) anunciara que está aceptando propuestas de aquéllos que estén interesados en asumir las operaciones del observatorio de Arecibo en Puerto Rico. El anuncio llega tras agotarse los fondos que esta agencia federal tenía para mantener el observatorio, una antena de 305 m de diámetro utilizada en parte para buscar ondas gravitacionales y realizar el seguimiento de asteroides que puedan encontrarse en ruta de colisión contra la Tierra.
Desde la Fundación se afirma que prefieren que el observatorio siga abierto con la ayuda de colaboradores que proporcionarían una inyección de fondos. Pero si al final no es aceptada ninguna de las propuestas que sean enviadas hasta finales de abril, las alternativas que contempla la fundación son suspender las operaciones del observatorio, convertirlo en un centro educativo o cerrarlo.
Los científicos utilizan el observatorio en parte para detectar emisiones en radio procedentes de objetos celestes como estrellas y galaxias, tal como se mostró en las películas «Contacto» y «Golden Eye» de la serie de James Bond. Atrae cerca de 90 000 visitantes y unos 200 científicos al año que utilizan el observatorio gratuitamente para realizar sus investigaciones, explica el director del observatorio, Francisco Córdova.
Pero esto podría cambiar en función del tipo de propuestas que reciban. «Quizás en el futuro los científicos tengan que pagar para utilizarlo», añade Córdova, puesto que el observatorio todavía juega un papel clave en el campo de la investigación, incluyendo estudios sobre las erupciones solares capaces de interferir con equipos electrónicos.
La fundación espera tomar una decisión a finales de 2017, cuando esté completo el informe final de impacto medioambiental, relacionado con todas las alternativas de futuro del observatorio.