Descubren que el Universo se está autolimpiando
30/6/2016 de Royal Astronomical Society / Monthly Notices of the Royal Astronomical Society
Un pequeño vistazo de una región que tiene un décimo del área completa del ATLAS de Herschel. Todo en esta imagen, aparte de la Luna, que se ha colocado para apreciar el tamaño del sondeo, y el pequeño cuadrado que muestra el tamaño del Hubble Deep Field, consiste en emisión del infrarrojo lejano del polvo cósmico. Los jirones son emisión en el infrarrojo lejano de los granos de polvo de la Vía Láctea pero todo lo demás en la imagen son galaxias polvorientas, unas 6000 en esta zona. Crédito: el equipo del ATLAS de Herschel y la Agencia Espacial Europea (ESA).
Un equipo internacional de astrónomos ha publicado un índice geográfico del Universo escondido que revela fuentes de energía no observadas presentes en los últimos 12 mil millones de años de historia cósmica.
Cerca de la mitad de la luz emitida por las estrellas y galaxias es absorbida por granos interestelares, diminutas partículas sólidas que se encuentran por doquier en el espacio entre las estrellas. Este cincuenta por ciento que falta ha sido un gran obstáculo para los astrónomos que intentan comprender los nacimientos y vidas de las galaxias. Cuando el observatorio espacial Herschel de ESA se lanzó en 2009, fue posible por primera vez rastrear esta energía escondida. La luz que falta es reemitda por los granos de polvo en forma de radiación infrarroja, detectada por el telescopio Herschel. Durante los últimos siete años, un equipo internacional de más de 100 astrónomos ha estudiado las imágenes del mayor sondeo de Herschel, llamado «sondeo de gran área en terahertzios astrofísico de Herschel», el ATLAS de Herschel. Ahora han sido publicados los primeros catálogos de este Universo escondido.
El ATLAS de Herschel descubrió cerca de medio millón de fuentes infrarrojas. Por el tamaño del sondeo, sabemos que incluye grandes cantidades de galaxias tanto cercanas como la nuestra propia, y muy lejanas, cuya luz ha tardado miles de millones de años en alcanzarnos. Las galaxias más lejanas del estudio se observan tal como eran hace 12 mil millones de años, poco después del Big Bang. También son tan polvorientas que son virtualmente imposibles de detectar con telescopios estándar y a menudo sus imágenes están magnificadas por lentes gravitatorias. Estos sistemas primitivos son los ancestros lejanos de galaxias como la nuestra.
La Dra. Elisabetta Valiante, directora de uno de los artículos que describen los catálogos, comenta: «Lo interesante de nuestro sondeo es que cubre casi toda la historia cósmica, desde los sistemas con violenta formación de estrellas llenos de polvo y de gas del Universo primitivo, que son esencialmente galaxias en proceso de formación, hasta los sistemas mucho más domesticados que vemos alrededor de nosotros hoy en día».
El enorme tamaño del sondeo implica que, por primera vez, ha sido también posible estudiar los cambios que se han producido en las galaxias recientemente en la historia cósmica. Los astrónomos han demostrado que sólo hace mil millones de años una pequeña fracción de la edad del Universo, las galaxias estaban formando estrellas más rápido y contenían más polvo que las galaxias de hoy en día. «Nos sorprendió comprobar que no teníamos que remontarnos lejos en el pasado para ver signos de evolución de las galaxias. Nuestros resultados demuestran que la razón de esta evolución es que las galaxias solían contener más gas y polvo en el pasado, y que el Universo está limpiándose gradualmente a medida que el polvo es utilizado», comenta el Dr. Nathan Bourne, primer autor de otro de los artículos publicados.