Campos magnéticos retorcidos proporcionan datos nuevos sobre la formación de estrellas
22/12/2015 de National Radio Astronomy Observatory / Astrophysical Journal Letters
En esta ilustración de artista las líneas del campo magnético (en púrpura) son retorcidas al ser arrastradas hacia el interior de un disco polvoriento que gira alrededor de una estrella joven. Crédito: Bill Saxton, NRAO/AUI/NSF.
Empleando imágenes nuevas que muestran detalles sin precedentes, los científicos han encontrado material girando alrededor de una protoestrella muy joven que probablemente ha arrastrado consigo y ha retorcido los campos magnéticos del área que rodea a la estrella. Este descubrimiento tienen consecuencias importantes para el modo en que los discos de polvo (el material en bruto para la formación de planetas) crecen alrededor de estrellas jóvenes.
Los científicos estudiaron una joven protoestrella a 750 años luz de la Tierra en la constelación de Perseo. Sus observaciones, realizadas en 2013 y 2014, midieron el alineamiento, o polarización, de las ondas de radio emitidas por el material, principalmente polvo, que se precipita hacia el interior de un disco qe está creciendo en órbita alrededor de la joven estrella. La polarización reveló la configuración de los campos magnéticos en esta región cercana a la estrella.
“El alineamiento de los campos magnéticos en esta región cerca de estrellas jóvenes es muy importante para el desarrollo de los discos que tienen en órbita. Dependiendo de este alineamiento, el campo magnético puede reprimir el crecimiento del disco o ayudar a canalizar material hacia el disco, permitiéndole crecer”, comenta Leslie Looney, de la Universidad de Illinois.
Estas observaciones son las primeras que muestran la polarización cerca de una protoestrella a longitudes de onda de 8 y 10 milímetros. También indican la presencia de numerosas partículas con tamaños entre milímetros y centímetros en el disco que rodea la estrella. Dado que la protoestrella sólo tiene unos 10 000 años de edad (muy poco en escalas astronómicas) el descubrimiento podría indicar que estos granos se forman y crecen rápidamente en el entorno de una estrella todavía en formación.