ALMA explora cómo hablan los agujeros negros supermasivos con sus galaxias
6/3/2017 de AAS NOVA
Los núcleos galácticos activos (AGN), los luminosos centros de algunas galaxias, se cree que emiten radiación debido a la caída activa de material hacia el agujero negro supermasivo que tienen en el centro. Durante mucho tiempo se ha sospechado que la radiación y el material expulsado (a menudo en forma de enormes chorros bipolares que emiten en longitudes de onda de radio), influyen sobre la galaxia del AGN, afectando a los ritmos de formación estelar y a la evolución de la galaxia. Esta «retroalimentación del AGN» se ha sugerido que puede incitar a la formación de estrellas, impedirla y truncar el crecimiento de las galaxias masivas.
Sin embargo, los detalles de este proceso de retroalimentación todavía no son bien comprendidos, en parte porque es difícil obtener observaciones detalladas acerca de cómo las emisiones del AGN interaccionan con el gas galáctico que lo rodea. Ahora, una equipo de científicos dirigido por Helen Russell (Institute of Astronomy in Cambridge, UK) ha publicad los resultados de una nueva imagen en alta resolución del gas de una galaxia masiva en el centro del cúmulo del Fénix.
El cúmulo del Fénix es un grupo cercano de galaxias que están formando estrellas, siendo el cúmulo más luminoso en rayos X conocido. La formación de estrellas en esta galaxias es sostenida por una enorme reserva de gas molecular frío, aproximadamente el equivalente a 20 millones de veces la masa del Sol. Esta reserva también alimenta el agujero negro central de la galaxia, creando potentes chorros en radio que excavan una gigantesca burbuja en el gas caliente de la galaxia, en cada uno de los polos.
Las observaciones con ALMA de esta reserva muestran largos filamentos de gas molecular enrollados alrededor de las periferias de las burbujas de radio. Russell y sus colaboradores sugieren que estas observaciones indican que las nubes de gas molecular fueron levantadas por las burbujas de radio cuando se hinchaban, o que se formaron donde se hallan a partir de inestabilidades provocadas por las burbujas al crecer. En cualquier caso, los datos confirman claramente que los chorros del agujero negro afectan a la posición y movimiento del gas frío que rodea a la galaxia. Es una bella prueba de cómo los agujeros negros supermasivos podrían estar comunicándose con sus galaxias.