Algunos planetas potencialmente habitables empezaron siendo mundos gaseosos como Neptuno
29/1/2015 de University of Washington
La intensa radiación de la estrella progenitora puede provocar que los planetas conocidos como minineptunos situados en la zona habitable se desprendan de sus envolturas gaseosas y se conviertan en mundos potencialmente habitables. Crédito: Rodrigo Luger / NASA images.
Se conocen dos fenómenos capaces de inhibir la habitabilidad potencial de planetas – las fuerzas de marea y una vigorosa actividad estelar, que podrían ser en cambio positivos para las posibilidades de vida en ciertos planetas en órbita alrededor de estrellas de masa baja, según han descubierto astrónomos de la Universidad de Washington.
Rodrigo Luger y Rory Barnes, de la Universidad de Washington, afirman que las dos fuerzas podrían combinarse para transformar minineptunos inhabitables – grandes planetas en órbitas alejadas de su estrella con núcleos sólidos y gruesas atmósferas de hidrógeno – en planetas más cercanos, libres de gas y potencialmente habitables.
Los minineptunos típicamente se forman lejos de su estrella progenitora, con moléculas de hielo que se únen con hidrógeno y helio gaseosos en grandes cantidades para formar núcleos helados/rocosos rodeados por atmósferas gaseosas masivas.
«Inicialmente son mundos muy fríos e inhóspitos», comentó Luger. «Pero los planetas no tienen por qué permanecer siempre en el mismo sitio. Junto con otros procesos, las fuerzas de marea pueden inducir a la migración de planetas hacia el interior». Este proceso puede llevar minineptunos hacia la zona habitable de su estrella, donde están expuestos a niveles mucho más altos de rayos X y radiación ultravioleta.
Esto a su vez puede conducir a la rápida pérdida de gases atmosféricos al espacio, quedando a veces un mundo sin hidrógeno, rocoso, precisamente en la zona habitable. «Planetas así es probable que tengan mucha agua en la superficie, dado que su núcleo es rico en hielo de agua», afirmó Luger. «Una vez en la zona habitable, este hielo puede fundirse y formar océanos», quizás conduciendo a la aparición de la vida.