La ausencia de agujeros negros en los datos de telescopio está causada por un sesgo
10/11/2021 de ASTRON / The Astrophysical Journal
Nuestros telescopios nunca han detectado un agujero negro más masivo que veinte veces la masa del Sol. Sin embargo, conocemos su existencia ya que docenas de ellos han sido «oídos» recientemente fusionándose, gracias a las ondas gravitacionales que han emitido en el proceso. Un equipo de astrónomos, dirigido por Peter Jonker (SRON/Radbound) ha descubierto ahora que estos resultados, aparentemente contradictorios, pueden ser explicados por sesgos en contra de la detección de agujeros negros masivos en las observaciones convencionales con telescopios.
Estos objetos masivos pueden ser observados, en principio, si engullen masa de una estrella compañera. Sin embargo, las circunstancias de estas observaciones han sido demasiado difíciles en la práctica, lo que explicaría la ausencia de detecciones de agujeros negros masivos con telescopios. Los agujeros negros más grandes se forman a través de la implosión de estrellas masivas, en lugar de la explosión de estrellas masivas (supernovas). Formados por medio de una implosión, estos agujeros negros supermasivos permanecen inmóviles en el mismo lugar donde su predecesora (la estrella masiva) nació, en el plano de la Vía Láctea. Sin embargo, esto significa que permanecen rodeados por el polvo y gas que abundan en dicha región de nuestra galaxia. Sus agujeros negros hermanos más ligeros, nacidos de estrellas masivas a través de las explosiones de supernova, experimentan un impulso que los expulsa del plano de la Vía Láctea, haciendo que sean más fáciles de observar por los telescopios que miden su masa, al no quedar ocultos por polvo y gas.
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