Un impacto de asteroide a cámara lenta
El análisis contribuye a conocer mejor los rastros de impactos del pasado y puede también tener importancia en relación a otros materiales completamente distintos.
El análisis contribuye a conocer mejor los rastros de impactos del pasado y puede también tener importancia en relación a otros materiales completamente distintos.
Compacta y conteniendo grandes cantidades de polvo interestelar, se trata de una galaxia joven que está formando estrellas a una velocidad 100 veces mayor que la Vía Láctea. La descripción de esta galaxia será útil para revelar más datos sobre este objeto muy lejano, y abre el camino a nuevas estrategias en el estudio de otros objetos celestes «oscuros».
Estos modelos nuevos sugieren que cuando el océano interno de la luna se congeló, podría haber formado las profundas depresiones alargadas a lo largo de su cintura. Por el contrario, parece menos probable que condujese a la erupción de criovolcanes de hielo, agua y otros materiales en el hemisferio norte de Caronte.
Una nueva investigación, realizada por científicos de la Universidad de Georgia (USA) revela que la inteligencia artificial puede ser utilizada para encontrar planetas fuera de nuestro Sistema Solar.
Los investigadores han centrado su atención en una molécula engañosamente simple llamada orto bencina. Realizado experimentos en la Tierra, los científicos han demostrado que esta molécula puede combinarse fácilmente con otras en el espacio para formar un amplio abanico de moléculas orgánicas más grandes.
Con el telescopio espacial James Webb, los astrónomos han determinado que el «motor» es responsable de la mayor parte de la emisión en el infrarrojo medio, que constituye hasta el 70% de la emisión total en el infrarrojo del sistema. También han determinado que la fuente tiene un radio no mayor de 570 años luz – una fracción diminuta del tamaño del sistema en fusión, que tiene unos 65 000 año luz de ancho. Esto indica que la energía está confinada a un espacio pequeño.
Se ha descubierto una galaxia que es reflejo de una versión muy temprana de nuestra galaxia, la Vía Láctea. Apodada «La bengala», está inmersa en un sistema de cúmulos globulares de estrellas y de galaxias satélite, y parece estar tragándoselos a medida que crece.
Para confirmar que se trata de un asteroide nuevo serán necesarios más datos sobre su posición en relación con las estrellas del fondo, que se obtendrán en estudios de seguimiento con el objetivo de determinar la órbita del objeto.
Utilizando datos del telescopio SMARTS de 1,5 metros ubicado en Cerro Tololo, un programa de NOIRLab de NSF y Observatorio AURA, un equipo de astrónomos descubrió un sistema estelar que en el futuro formará una kilonova, es decir una explosión ultra poderosa, generadora de oro, que se produce por la fusión de estrellas de neutrones. Este tipo de sistemas estelares son tan inusuales que se cree que existen apenas cerca de 10 en toda la Vía Láctea.
A partir de estas observaciones es difícil concluir si las actividades de formación estelar dentro de la región donde se está formando el cúmulo (llamada FIR 4) fueron incitadas por la colisión con la gigantesca emisión de gas molecular, o si la formación estelar en FIR 4 ya se había iniciado antes de la colisión.
Astrónomos del Centro del Amanecer Cósmico (Dinamarca) han desvelado la naturaleza de la región ms densa de galaxias observada con el telescopio espacial James Webb en el Universo temprano. Han descubierto que podría tratarse de la progenitora de una galaxia masiva similar a la Vía Láctea, observada en la época en la que todavía está siendo ensamblada por la unión de galaxias más pequeñas.
La ausencia de cualquier nivel de actividad estelar aparente o de radiación ultravioleta intensa incrementa la posibilidad de que Wolf 1069 b haya retenido gran parte de su atmósfera. Por tanto, el planeta es uno de solo un puñado de objetivos prometedores en la búsqueda de marcadores de habitabilidad y biofirmas.