Comienza el primer experimento de biología en el espacio profundo
Los resultados científicos de BioSentinel aportarán información muy importante sobre los riesgos para la salud en el espacio profundo que plantea la radiación espacial.
Los resultados científicos de BioSentinel aportarán información muy importante sobre los riesgos para la salud en el espacio profundo que plantea la radiación espacial.
Este trabajo es un primer paso para que un día puedan cultivarse plantas que proporcionen alimento y oxígeno en la Luna o durante misiones espaciales. Es de relevancia para el programa Artemis, que tiene por objetivo llevar de nuevo personas a la Luna.
Los investigadores introdujeron los datos sin procesar en un programa de aprendizaje automático y, sorprendentemente, encontraron que los algoritmos eran capaces de clasificar las muestras en vivas o no vivas con una precisión del 95%.
Un nuevo estudio ha empezado a desvelar cómo un sistema de las plantas (que ayuda a las plantas a gestionar varios tipos de estrés en la Tierra, como el calor extremo) podría funcionar en el espacio.
El programa incluirá conexiones remotas con astronautas y participantes de todo el mundo.
Los experimentos demostraron que las sales de amonio explican características específicas del espectro de Churyumov-Gerasimenko.
La nave de carga Dragon abandonará la Tierra el 2 de marzo desde el Complejo de Lanzamiento Espacial 40 de la base aérea de Cabo Cañaveral.
La microgravedad simulada, análoga a la presente en vuelos espaciales, altera el funcionamiento de la barrera epitelial incluso hasta 14 días después de eliminar el ambiente de microgravedad.
AstroPlant es un invernadero de sobremesa que permite a la gente recoger datos sobre cultivos potenciales que crezcan en el espacio.
Ante las próximas expediciones de humanos a la Luna y Marte, una nueva investigación en la Estación Espacial Internacional ha realizado el primer estudio de cómo los microbios crecen y alteran rocas planetarias en microgravedad y en gravedad marciana simulada.
La impresión 3D de tejido humano podría contribuir a mantener la salud de los astronautas que viajen a Marte. Un proyecto de la ESA acaba de producir sus primeras muestras de huesos y piel bioimpresos.
Las esporas del moho pueden sobrevivir también en las paredes exteriores de la nave espacial