Los nuevos datos de Gaia nos llevan al anticentro de la Vía Láctea y más allá
4/12/2020 de ESA
El movimiento de las estrellas en los márgenes de nuestra galaxia da cuenta de cambios significativos en la historia de la Vía Láctea. Este y otros fascinantes hallazgos procedentes de una serie de recientes artículos demuestran la calidad del Tercer Lanzamiento Temprano de Datos (Early third Data Release, o EDR3) de la misión Gaia de la ESA, que se ha hecho público hoy.
Astrónomos del Consorcio para el Procesamiento y Análisis de Datos (DPAC) de Gaia descubrieron indicios del pasado de la Vía Láctea al observar estrellas en la dirección del “anticentro” de la galaxia. Se trata de la dirección diametralmente opuesta al centro de la galaxia en el firmamento.
Los nuevos datos de Gaia han permitido a los astrónomos hacer un trazado de las distintas poblaciones de estrellas antiguas y más jóvenes hacia las fronteras de nuestra galaxia: el anticentro. Los modelos informáticos predecían que el disco de la Vía Láctea crecería con el tiempo a medida que nacieran nuevas estrellas. Los nuevos datos nos permiten ver los vestigios del disco de 10.000 millones de años de antigüedad para así determinar su menor alcance en comparación con el actual tamaño del disco de la Vía Láctea.
Los nuevos datos de estas regiones exteriores también consolidan la idea de que en el pasado más reciente de la galaxia se produjo otro evento de gran calado. Muestran que en las regiones exteriores del disco hay un componente de estrellas en lento movimiento por encima del plano de nuestra galaxia que descienden hacia el plano, así como un componente de estrellas en rápido movimiento por debajo del plano que ascienden. Este extraordinario patrón no se había anticipado hasta ahora. Podría ser el resultado de una cuasi-colisión entre la Vía Láctea y la galaxia enana Sagitario, que se produjo en el pasado más reciente de nuestra galaxia.
Gaia ha permitido a los científicos medir la aceleración del sistema solar con respecto al marco en reposo del universo. Empleando los movimientos observados de galaxias extremadamente distantes, se ha medido que la velocidad del sistema solar cambia 0,23 nm/s cada segundo. Debido a esta minúscula aceleración, la trayectoria del sistema solar se desvía cada segundo el diámetro de un átomo, lo que en un año equivaldría a unos 115 km. La aceleración medida por Gaia concuerda con las expectativas teóricas y ofrece la primera medida de la curvatura de la órbita del sistema solar alrededor de la galaxia en la historia de la astronomía óptica.
[Fuente]