Un trabajo reciente contradice la imagen del Marte temprano, describiendo un desierto cálido con lluvia ocasional
4/5/2018 de Phys.org / Nature Geoscience
El clima del Marte temprano es objeto de debate. Aunque se pensaba que Marte había tenido un clima templado y húmedo como la Tierra, algunos investigadores sugerían que el Marte temprano habría estado principalmente congelado. Un estudio reciente de Ramses Ramirez (Instituto de Tecnología de Tokio, Japón) y Robert Craddock ( Institución Smithsoniana, USA) sugiere que la superficie podría no haber estado dominada por hielo sino haber sido moderadamente templada y propicia a la lluvia, con solo pequeñas zonas de hielo.
Aunque hay poca discusión acerca de la existencia en el pasado de agua en Marte, el debate relacionado con cómo era el clima hace 4 mil millones de años se ha prolongado décadas. Marte posee un paisaje sorprendentemente diverso con redes de valles, cuencas de lagos y posiblemente costas marítimas. Estas antiguas estructuras fluviales proporcionan pruebas de que el Marte primitivo pudo tener un clima húmedo y templado similar al de la Tierra.
Pero esta idea tiene problemas. Primero, la cantidad de energía solar que penetraba en la atmósfera entonces se considera que era demasiado baja para mantener un clima húmedo y templado. Segundo, estudios climáticos recientes han argumentado que las formaciones fluviales pueden explicarse bajo un clima frío, en el que las amplias superficies cubiertas de hielo ayudaban al enfriamiento reflejando la radiación solar. Episodios ocasionales de calentamiento habrían producido la fusión de grandes cantidades de hielo y una actividad fluvial como resultado de ello.
Sin embargo, Ramirez y Craddock sugieren que el Marte primitivo fue probablemente húmedo y templado y sin mucho hielo, después de que un cuidadoso análisis geológico y climatológico haya revelado la ausencia de una glaciación generalizada. Pero este clima no habría sido tan templado y húmedo como el de la Tierra, con precipitaciones de unos 10cm por año, similar a la de regiones semiáridas de nuestro planeta. Este clima más seco sugiere que podrían haber existido también depósitos pequeños de hielo, aunque habrían sido delgados y propensos a fundirse, contribuyendo al sistema fluvial.