Un equipo de astrónomos ha anunciado la primera detección de rayos X emitidos por una estrella como nuestro Sol que se encuentra en las primeras fases de su evolución.
El estudio confirma que las novas que observamos lanzando destellos por el Universo representan solo un pequeño porcentaje de estas estrellas variables cataclísmicas, como se las conoce, mientras las demás están ‘escondidas’ hibernando.
Los resultados demuestran que la variación aleatoria del giro parece disminuir con la edad del púlsar y que hay una relación de escala entre la intensidad de la variación, la velocidad de giro del púlsar y lo rápido que el giro se va frenando con el paso del tiempo.
Gracias a este hallazgo, los científicos pueden ver en detalle, por primera vez, cómo la evolución de la binaria ha afectado a la estructura interna de una enana blanca.
Un mecanismo común de dinamo dependiente de la turbulencia, juega un papel crucial en la actividad estelar en todas las fases de la evolución de las estrellas.
Los nuevos cálculos apoyan la hipótesis de que Betelgeuse – igual que muchas estrellas supergigantes rojas – probablemente ha expulsado parte del material de sus capas exteriores.
Las imágenes de ALMA muestran, por primera vez, los discos de polvo que rodean a cada una de las jóvenes estrellas del sistema FU Orionis.
El cometa C/2023 A3 (Tsuchinshan-ATLAS), fotografiado desde nuestro observatorio
18 de octubre de 2024
