Las atmósferas de mundos de agua
24/10/2017 de Smithsonian Astrophysical Observatory / The Astrophysical Journal Letters
Existen actualmente unos cincuenta exoplanetas conocidos con diámetros que van desde el tamaño de Marte a varias veces el de la Tierra, y que también residen en la zona habitable de sus estrellas, el rango orbital dentro del cual las temperaturas de su superficie permiten que el agua permanezca líquida.
Un «mundo de agua» es un caso extremo, un exoplaneta cubierto por un océano profundo, de quizás cientos de kilómetros de profundidad, y entre esos cincuenta hay varios que podrían ser candidatos a esta categoría. Los astrónomos subrayan que al menos dos de los planetas terrestres de nuestro sistema solar, la Tierra y Venus, podrían haber sido mundos de agua al principio de su evolución.
Uno de los factores críticos a la hora de determinar si un planeta podría realmente ser habitable es la presencia de una atmósfera duradera. Los océanos profundos de un mundo de agua aportan vapor de agua a su atmósfera, de modo que los científicos han intentado calcular lo estables que serían la atmósfera y el océano de un exoplaneta, especialmente frente a la evaporación por vientos procedentes de la estrella. Dado que la mayoría de los 50 ejemplos conocidos están en órbita cerca de estrellas pequeñas de tipo M, se encuentran muy expuestos a los viento estelares y a los fenómenos de meteorología espacial relacionados, aunque sus temperaturas puedan ser moderadas.
Los astrónomos han creado modelos de los efectos del viento estelar sobre el agua bajo varios escenarios posibles. Incluyen los efectos de campos magnéticos estelares, eyecciones de materia de la corona y la ionización y expulsión de la atmósfera. Los resultados indican que incluso un mundo de agua, si está en órbita alrededor de una estrella enana de tipo M, podría perder su atmósfera en unos mil millones de años, un tiempo relativamente breve para el posible desarrollo de vida.