El misterio de la galaxia «que regresó de la muerte»
13/6/2017 de INAF / Astronomy and Astrophysics
Estudiando a distintas longitudes de onda la radio galaxia gigante PBC J2333.9-2343, un grupo de astrónomos, dirigido por Francesca Panessa y Lorena Hernández-García, del Instituto Nacional de Astrofísica (INAF, Italia) ha descubierto que presenta características muy peculiares. Los chorros de material procedente del núcleo parecerían haberse encendido, luego apagado y, probablemente a causa de una fusión entre dos galaxias, haberse reiniciado de nuevo con la inyección de nuevas partículas del núcleo pero cambiando de dirección. En resumen, una galaxia que ha «regresado de la muerte».
Se llama PBC J2333.9-2343 y es una radio galaxia gigante que muestra características muy peculiares, especialmente en lo relacionado con el comportamiento de su núcleo, quizás a causa de un pasado bastante borrascoso.
«El caso de PBC J2333.9-2343 es verdaderamente peculiar», afirma Lorena Hernández-García (INAF Roma). «Se trata de una radio galaxia que hace decenas de millones de años expulsó dos chorros, que ahora vemos extenderse a lo largo de unos 4 millones de años-luz, como muestra claramente la imagen en radio del cartografiado celeste NRAO VLA Sky Survey. En el centro, entre los dos chorros, hay un núcleo que aparece extrañamente brillante en radio. Analizando con mayor detalle el núcleo, teniendo en cuenta los datos obtenidos en rayos X, el óptico y en radio con una resolución espacial altísima, hemos descubierto que en el núcleo de PBC J2333.9-2343 existe un blazar, es decir, una fuente altamente energética, variable y muy compacta, asociada a un agujero negro supermasivo».
El estudio de la energía emitida desde el núcleo ha evidenciado la presencia de otro chorro de material relativista que está apuntando casi en dirección al observador, de ahí la clasificación de blazar. La única explicación posible que encuentran las investigadoras de la naturaleza de esta fuente es que los chorros relativistas más viejos se «apagaron» (dejaron de inyectar nuevas partículas relativistas) en un cierto momento de la evolución de la radiogalaxia y que un fenómeno dramático posterior, como la fusión de su galaxia nodriza con otra, pudo «reiniciar» los chorros provocando también un cambio en el ángulo de emisión, apuntando ahora en nuestra dirección.