Ecos de una estrella agonizante
2/6/2017 de AAS NOVA / The Astrophysical Journal Letters
Cuando una estrella que pasa es despedazada por un agujero negro supermasivo, emite una llamarada de luz en rayos X, ultravioleta y el óptico. ¿Qué podemos aprender del eco en el infrarrojo de una perturbación violenta como ésta?
Las perturbaciones por efecto de marea se producen cuando una estrella pasa por dentro del radio de marea de un agujero negro supermasivo. Después de que las fuerzas de marea rompan la estrella, gran parte de la materia estelar se precipita al agujero negro, emitiendo luz brevemente en rayos X, ultravioleta y el óptico. El crecimiento de esta señal y su posterior descenso gradual ha permitido a los científicos hasta ahora detectar docenas de episodios de destrucción por marea.
Pero un suceso reciente de este tipo resulta ser misterioso. Se encuentra en un lugar inusual, una galaxia infrarroja ultraluminosa llamada F01004–2237, ya que la mayoría de estos episodios de destrucción se producen en galaxias que ya no están formando estrellas, al contrario que ésta. Además su curva de luz óptica también muestra un tiempo de caída inusualmente largo.
Liming Dou (Guangzhou University) y sus colaboradores piensan que este comportamiento poco habitual se debe a que el agujero negro supermasivo del núcleo de F01004–2237 probablemente se halle rodeado de polvo. La radiación en el óptico y el ultravioleta de la perturbación es absorbida por el polvo que rodea al agujero negro. Esta luz es entonces reemitida como radiación infrarroja, que vemos en forma de un eco retrasado respecto de la fulguración inicial, dado que la luz tiene que salir del polvo que rodea al agujero antes de ser emitida de nuevo y de viajar hacia nosotros. Y como el polvo dispersa parte de la luz óptica, esto explica que la curva de luz no decaiga tan rápidamente como era de esperar.