Captados in-fraganti: los vientos producidos por agujeros negros supermasivos tienen un impacto directo en la formación de estrellas
22/3/2022 de Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) / Monthly Notices of the Royal Astronomical Society Letters
Actualmente sabemos que todas las galaxias masivas albergan un agujero negro supermasivo en su corazón, que es millones o miles de millones de veces más pesado que el Sol. Cuando la cantidad de gas del interior de la galaxia que cae sobre el agujero negro aumenta bruscamente, este se calienta y libera enormes cantidades de energía. Cuando un agujero negro supermasivo atraviesa una fase de este tipo, se le denomina Núcleo Galáctico Activo o AGN. Los astrónomos piensan que este fenómeno puede ser el ingrediente que les faltaba a sus simulaciones. Parte de la energía liberada por el AGN tendría el efecto de empujar el gas fuera de la galaxia, en un proceso conocido como «vientos impulsados por el AGN» o «retroalimentación del AGN», lo que significa que habrá menos gas con el que formar nuevas estrellas.
Un equipo de investigadoras del IAC ha tratado de captar este proceso en acción. Utilizando la espectroscopia de campo integral (IFS) del instrumento KCWI, instalado en el telescopio Keck, en Hawái, que permite tomar simultáneamente muchos espectros en diferentes lugares de la galaxia, han podido cartografiar tanto los vientos impulsados por el AGN como las edades de las estrellas en la región interior de la galaxia activa Markarian 34. Con este enfoque, esperaban entender si estos vientos tenían un impacto directo en la formación de estrellas. Los resultados del estudio se publican hoy en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society Letters como parte del proyecto QSOFEED cuyo objetivo es comprender cómo los agujeros negros supermasivos afectan a las galaxias que los albergan.
Los resultados del equipo muestran que los AGN, y en particular, los vientos que estos impulsan, tienen un impacto complejo en sus galaxias anfitrionas. En una parte de la galaxia, han comprobado que por delante y en los bordes del viento se están formando nuevas estrellas. Patricia Bessiere, quien ha dirigido el estudio, explica: «Algunos estudios teóricos y simulaciones por ordenador sugieren que, a medida que el viento impulsado por el AGN atraviesa la galaxia, el gas más denso y frío, que se encuentra por delante y a los lados, se comprime, haciendo que las condiciones para la formación de estrellas sean más favorables. Esto significa que el viento está provocando realmente la formación de estrellas en lugar de suprimirla».
Sin embargo, al otro lado de la galaxia, el ritmo de formación estelar no se ve afectado por el viento. El equipo sugiere que esto podría deberse a que el viento aquí es más rápido y turbulento, lo que significa que las condiciones para la formación de estrellas no son tan favorables. Cristina Ramos Almeida, investigadora del IAC y coautora del artículo, señala que «lo que estamos viendo aquí puede ser una evidencia de retroalimentación ‘preventiva’, lo que significa que el viento está perturbando el gas en la galaxia, el cual no puede colapsar para formar nuevas estrellas».
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