Enero 2019
XMM-Newton captura los últimos momentos de una estrella devorada por un agujero negro 14/1/2019 de ESA / Science Un grupo de astrónomos ha estudiado gracias al observatorio espacial XMM-Newton de la ESA cómo un...
XMM-Newton captura los últimos momentos de una estrella devorada por un agujero negro 14/1/2019 de ESA / Science Un grupo de astrónomos ha estudiado gracias al observatorio espacial XMM-Newton de la ESA cómo un...
Un equipo de científicos ha hallado pruebas de que la materia oscura puede calentarse y desplazarse como resultado de la formación de estrellas en las galaxias.
Los telescopios de alta energía Integral y XMM-Newton de la ESA han contribuido a la localización de una fuente de potentes rayos X en el centro de una explosión estelar excepcionalmente brillante y en rápida evolución que apareció de repente a principios de año.
Datos recogidos por la misión de astrometría espacial Gaia de la ESA han revelado por primera vez cómo las enanas blancas, restos muertos de estrellas como nuestro Sol, se convierten en esferas sólidas cuando se enfría el gas caliente de su interior.
Un grupo de astrónomos ha estudiado gracias al observatorio espacial XMM-Newton de la ESA cómo un agujero negro devoraba una estrella. Durante el proceso, han descubierto una señal excepcionalmente brillante y estable que les ha permitido determinar la velocidad de rotación del agujero negro.
El fantasmagórico resplandor de la luz intracúmulo se ha demostrado que es una trazadora de la distribución de materia oscura mucho más precisa que los métodos que ya existían.
Las correcciones cuánticas de la gravedad cuántica de bucles permiten la existencia de una fuerza repulsiva que puede superar incluso la atracción más fuerte de la gravedad clásica.
El origen del polvo estelar, que constituye la mayor parte de la materia de nuestro Sistema solar, incluyéndonos a nosotros, es más complicado de lo que se pensaba, según observaciones nuevas de un misterioso objeto a 15000 años-luz de la Tierra.
Los científicos no han observado las pulsaciones repetidas en brillo que esperan en un objeto giratorio con forma alargada.
Estas supertierras se formaron a altas temperaturas, cerca de su estrella progenitora, y contienen altas cantidades de calcio, aluminio y sus óxidos, incluyendo zafiro y rubí.
Científicos de la Universidad de Leicester y del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA predicen la próxima apertura del velo de nubes de Júpiter para 2019.