Datando el disco de la Vía Láctea
21/2/2017 de Smithsonian Astrophysical Observatory / Monthly Notices of the Royal Astronomical Society
Cuando una estrella como nuestro Sol llegue a una edad avanzada, dentro de unos 7 mil millones de años, ya no será capaz de mantener el consumo de combustible nuclear. Tan solo le quedará la mitad de su masa, y se encogerá a una fracción de su radio actual, convirtiéndose en una estrella enana blanca. Al ser de las estrellas más viejas de la galaxia, las enanas blancas ofrecen un método independiente para datar las diferentes poblaciones de objetos galácticos.
El grueso disco de nuestra galaxia se piensa que tiene más de 10 mil millones de años de edad, pero esto se sabe con poca precisión. Las enanas blancas del disco pueden ser utilizadas para refinar esas estimaciones de la edad. Pero son difíciles de detectar ya que no se encuentran reunidas en grupos, como ocurre en el caso de las enanas blancas de los cúmulos globulares que pueblan el halo de la Vía Láctea.
El astrónomo Warren Brown de CfA y sus colaboradores han utilizado el telescopio MMT de 6.5m para tomar espectros de 57 candidatas a enana blanca del disco descubiertas en rastreos del cielo entero. Han descubierto estrellas de muchos tipos, algunas tenían atmósferas de helio puro y otras de hidrógeno puro, y también han estimado la edad del disco en 11 mil millones de años. El resultado concuerda con las estimaciones actuales pero también sugiere que la edad mínima aceptada hasta ahora debería de ser incrementada.
Son necesarias medidas adicionales para refinar el intervalo de edad y los científicos predicen que las exploraciones del cielo completo actualmente en marcha incrementarán significativamente el número de enanas blancas conocidas.