Astrónomos encuentran las ruinas de un antiguo cúmulo estelar al borde de la Vía Láctea
10/1/2022 de NOIRLab / Nature
Una antigua corriente estelar descubierta en los confines de la Vía Láctea tiene una cantidad de elementos pesados más baja que cualquier otro sistema estelar conocido en nuestra galaxia. Observaciones realizadas con el Observatorio Gemini, un Programa de NOIRLab de NSF y AURA, mostraron que las estrellas en esta corriente fueron arrancadas de un antiguo cúmulo estelar y son reliquias remotas de los primeros tiempos de la Vía Láctea, lo que puede proporcionar información importante sobre la formación de las primeras estrellas.
El equipo internacional de investigadores, incluyendo científicos de Europa, Canadá y Rusia, descubrieron una corriente de estrellas única orbitando la Vía Láctea. Denominada como C-19, la corriente estelar se encuentra al sur de la espiral de la Vía Láctea y su órbita se extiende a unos 20.000 años luz del centro galáctico, en su máxima aproximación, y a unos 90.000 años luz en su punto más lejano. La corriente estelar se extiende a través de una gran zona del cielo, de unas 30 veces el ancho de la Luna llena, aunque no es visible a simple vista.
Utilizando el telescopio de Gemini Norte —ubicado en Hawai‘i como parte del Observatorio internacional Gemini, un Programa de NOIRLab de NSF y de AURA —, y el espectrógrafo GRACES, el equipo se dio cuenta que C-19 es un remanente de un cúmulo estelar. Además, descubrieron que las estrellas en la corriente poseen una proporción excepcionalmente baja de elementos pesados, o como dicen los astrónomos, poseen baja “metalicidad”. Antes se creía que los cúmulos globulares tenían una metalicidad no inferior al 0,2%, pero C-19 tiene una metalicidad sin precedentes de menos del 0,05%, más baja de lo que se ha observado en cualquier sistema estelar en la Vía Láctea o en sus alrededores.
El descubrimiento de que una corriente de baja metalicidad se originó de un cúmulo globular, tiene implicaciones para la formación de estrellas, cúmulos globulares y galaxias en el Universo temprano. La sola existencia de la corriente prueba que los cúmulos globulares y los primeros bloques de construcción de la Vía Láctea, tuvieron que formarse en ambientes de baja metalicidad, antes que las sucesivas generaciones de estrellas suministraran elementos más pesados al Universo.
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