Miden las variaciones a pequeña escala de la red cósmica usando cuásares dobles raros
28/4/2017 de Max Planck Institute for Astronomy / Science
Los astrónomos piensan que la materia se distribuyen en el espacio intergaláctico formando una vasta red de estructuras filamentarias interconectadas conocida como la red cósmica. Casi todos los átomos del Universo residen en esta red, material que quedó después del Big Bang. Ahora un equipo de investigadores dirigido por el Instituto Max Planck de Astronomía ha medido por primera vez las fluctuaciones a pequeña escala de la red cósmica sólo 2 mil millones de años después del Big Bang. Estas medidas han sido posibles gracias a una técnica novedosa en la que se usan parejas de cuásares para explorar la red cósmica a lo largo de líneas visuales adyacentes, próximas entre sí. Prometen que esto ayudará a los astrónomos a reconstruir uno de los primeros capítulos de la historia cósmica conocido con el nombre de reionización.
Las grandes regiones de espacio que existen entre las galaxias contienen sólo unos pocos átomos por metro cúbico, una difusa bruma de gas de hidrógeno resultante del Big Bang. Observado a grandes escalas, ese material difuso contiene, sin embargo, la mayoría de los átomos del Universo y constituye la red cósmica, cuyos filamentos retorcidos tienen longitudes de miles de millones de años.
Ahora un equipo de científicos ha realizado las primeras medidas de las variaciones a pequeña escala en este gas hidrógeno primigenio. Aunque las regiones de la red cósmica que estudiaron se encuentra a casi 11 mil millones de años luz de distancia, pudieron medir cambios en su estructura a escalas cientos de miles de veces más pequeñas, comparables al tamaño de una sola galaxia.
El gas intergaláctico es tan tenue que no emite luz propia. Los astrónomos lo observan indirectamente estudiando cómo absorbe de manera selectiva la luz que procede de fuentes luminosas muy lejanas llamadas cuásares. Para ello identificaron parejas extremadamente raras de cuásares que se encuentran uno junto al otro en el cielo, y midieron las sutiles diferencias en la absorción de la luz por parte de los átomos intergalácticos a lo largo de las dos líneas visuales. Comparando los resultados con lo predicho por modelos en supercomputadoras que simulan la formación de las estructuras cósmicas desde el Big Bang hasta el presente comprobaron que las observaciones concuerdan con el paradigma establecido en lo relativo a la formación de estructuras cósmicas.