Etiquetado: galaxias espirales
Las imágenes revelan la presencia de una red de formaciones altamente estructuradas en el interior de estas galaxias: cavidades de polvo resplandecientes y enormes burbujas cavernosas de gas que salpican los brazos espirales. En algunas regiones estas redes de formaciones parecen construidas a partir de capas y burbujas tanto individuales como solapadas, donde las estrellas jóvenes están liberando energía.
Imágenes nuevas del telescopio James Webb (JWST) muestran, por primera vez, galaxias con barras estelares – estructuras alargadas de estrellas que nacen desde los centros de las galaxias y se prolongan hacia sus discos exteriores – en una época en la que el Universo tenia apenas un 25 % de su edad actual. El hallazgo de estas galaxias barradas, similares a nuestra Vía Láctea, tan temprano en la historia del Universo, exige que los científicos refinen sus teorías acerca de la evolución de las galaxias.
Los investigadores piensan que la estructura espiral pudo formarse solo 1400 millones de años después del Big Bang gracias a la interacción con una galaxia más pequeña.
Nuevas observaciones de la galaxia NGC 1068 han arrojado luz sobre cómo las galaxias espirales como la nuestra consiguen su peculiar forma.
La existencia de superespirales que contradicen la relación habitual entre la masa de la galaxia en forma de estrellas y su velocidad de rotación aporta más pruebas de que una teoría alternativa de la gravedad, conocida como dinámica newtoniana modificada (MOND, de sus iniciales en inglés) es incorrecta.
El nuevo estudio no halla una correlación significativa entre los tamaños de los bulbos galácticos y lo enrollados que están los brazos espirales.
(Valencià) Tras combinar este enorme número de espectros, los astrónomos Huanian Zhang y Dennis Zaritsky anunciaron las primeras detecciones de hidrógeno difuso flotando en un vasto halo que rodea la Vía Láctea.