Metales de tierras raras en la atmósfera de un planeta abrasador
Detectan trazas de sodio vaporizado, magnesio, cromo y los metales de tierras raras escandio e itrio en la atmósfera del exoplaneta KELT-9b.
Detectan trazas de sodio vaporizado, magnesio, cromo y los metales de tierras raras escandio e itrio en la atmósfera del exoplaneta KELT-9b.
Un equipo de investigadores de Carnegie con experiencia que va desde la geoquímica a la ciencia planetaria y la astronomía, ha publicado en la revista Science un ensayo urgiendo a la comunidad de investigadores a reconocer la importancia vital que la dinámica del interior de un planeta posee a la hora de crear un entorno que sea hospitalario para la vida.
Un equipo de astrónomos ha descubierto un tercer planeta en el sistema de Kepler-47, hecho que lo convierte en el más interesante con estrellas binarias
Dos estudios nuevos ponen en duda la habitabilidad de los exoplanetas de TRAPPIST-1.
Un sistema cercano alberga el primer planeta del tamaño de la Tierra descubierto por el satélite TESS (Transiting Exoplanets Survey Satellite) de NASA, así como un mundo caliente de tamaño inferior al de Neptuno.
Los astrónomos estiman que este cuerpo debe de tener un tamaño de al menos un kilómetro, aunque podría alcanzar unos pocos cientos de kilómetros de diámetro, comparándose con algunos de los asteroides más grandes conocidos en el Sistema Solar.
Cheops, el Satélite para la Caracterización de Exoplanetas de la ESA, ha sido declarado listo para volar una vez concluida la serie de pruebas finales de la nave.
El instrumento GRAVITY, instalado en el interferómetro VLTI (Very Large Telescope Interferometer) de ESO, ha realizado la primera observación directa de un planeta extrasolar mediante interferometría óptica.
Datos de la misión TESS de NASA han permitido la identificación del primer planeta para el cual pueden medirse las oscilaciones de su estrella anfitriona.
La técnica promete identificar más planetas adicionales que los métodos tradicionales no podrían encontrar.
Un estudio de científicos de la Universidad Nacional Australiana (ANU) sobre los campos magnéticos de planetas ha descubierto que la mayoría de los hallados en otros sistemas solares es poco probable que sean tan hospitalarios para la vida como la Tierra.
Durante casi una década, los astrónomos han intentado explicar por qué tantas parejas de planetas fuera de nuestro sistema solar poseen una configuración extraña: sus órbitas parecen haber sido separadas por un potente mecanismo desconocido. Investigadores de Yale han hallado una respuesta posible y ella implica que los polos de los planetas están muy inclinados.