RoadMap: estudiando el omnipresente pero aún desconocido polvo marciano
11/12/2020 de Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC)
Marte es el planeta al que más misiones espaciales se han dedicado. Un desfile de rovers y módulos de aterrizaje ha aterrizado en su superficie, y todas las imágenes que han enviado han revelado una cosa: la abundancia de polvo. No importa en qué dirección miraran, Curiosity, InSight y sus predecesores fotografiaron un planeta cubierto de polvo de color rojizo no solo en el suelo, también en la atmósfera. Siendo Marte el foco de la futura exploración espacial, tanto robótica como humana, es crucial perfeccionar nuestra comprensión de la atmósfera y el clima marcianos, en los que el polvo juega un papel fundamental.
“Aunque el polvo se halla presente en toda la atmósfera marciana, su abundancia y propiedades físicas aún están poco definidas –apunta Ann Carine Vandaele (BIRA-IASB), investigadora principal del proyecto RoadMap–. Del mismo modo, apenas se está comenzando a abordar el impacto del polvo en la composición, estructura y dinámica de la atmósfera. Específicamente, el conocimiento preciso de las características del polvo y las nubes de hielo resulta fundamental para la interpretación de las observaciones de teledetección, tanto en el infrarrojo como en el ultravioleta”.
RoadMap, un proyecto europeo del programa Horizonte 2020 que acaba de ponerse en marcha, busca resolver estas incógnitas mediante la colaboración de expertos de diferentes países en los campos específicos necesarios para resolver el rompecabezas del polvo marciano.
El problema se analizará desde tres enfoques principales: por un lado, expertos en trabajo de laboratorio crearán y definirán un nuevo análogo del polvo marciano, y estudiarán en la tierra las propiedades ópticas y dinámicas de su “gemelo” terrestre. Por otro, se recurrirá a la experiencia de investigadores involucrados en misiones espaciales a Marte, que conocen las complejidades y el potencial de sus instrumentos, así como el conocimiento que se ha obtenido y el que se puede obtener del planeta mismo. Igualmente, especialistas en el desarrollo de modelos numéricos, como los modelos de circulación global (GCM), aportarán su experiencia para incorporar los datos experimentales en sus modelos estudiando así el efecto del polvo de una forma realista.
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