Primer vistazo a la prolífica fábrica estelar del centro de la Vía Láctea
13/9/2022 de Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) / Nature Astronomy
Las densas regiones centrales de nuestra galaxia, la Vía Láctea, constituyen un laboratorio natural para el estudio de la formación rápida de estrellas, un fenómeno habitual en las galaxias, especialmente en los primeros miles de millones de años de la historia del universo. Sin embargo, la alta densidad de estrellas en esta región ha impedido su estudio en detalle. Ahora, un trabajo publicado en Nature Astronomy con datos del sondeo infrarrojo de alta resolución GALACTICNUCLEUS ha permitido, por primera vez, reconstruir la historia de formación estelar en el centro galáctico, y ha revelado que las estrellas no se formaron en cúmulos masivos y estrechamente unidos, sino en asociaciones estelares aisladas que se dispersaron en los últimos millones de años.
El centro de nuestra galaxia impone, no obstante, dos desafíos observacionales: por un lado, se halla escondido detrás de copiosas cantidades de polvo que impiden su visión, lo que se resolvió recurriendo a observaciones en el infrarrojo, en ondas milimétricas y en radio, y por otro, por el propio hacinamiento de las estrellas, que impide distinguirlas y que solo permitía resolver estrellas individuales muy masivas y brillantes. Así, hasta hace poco solo se había detectado el 10% de la masa estelar del centro galáctico, de modo que se desconocía cómo eran las estrellas del centro de la Vía Láctea.
Para resolver esta cuestión se desarrolló el proyecto GALACTICNUCLEUS, liderado por el investigador Rainer Schödel del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC). Se trata de un sondeo que hizo uso de la cámara infrarroja HAWK-I en el Very Large Telescope (VLT) del Observatorio Europeo Austral y que abarcó un área total de 64.000 años luz cuadrados alrededor del centro galáctico. El proyecto ha permitido que, donde antes solo se había mapeado un puñado de estrellas, se obtuvieran datos individuales para tres millones.
Estos nuevos datos han permitido confirmar que la región del centro galáctico conocida como Sagitario B1 era diferente, así como estudiar sus estrellas en detalle. “Si bien incluso su estudio en alta resolución solo nos permitió distinguir estrellas gigantes, pudimos reconstruir la luminosidad de cada estrella y el brillo intrínseco, correspondiente a la cantidad de luz que emite una estrella por unidad de tiempo”, señala Nogueras-Lara (MPIA).
Aunque las estrellas jóvenes recién descubiertas se hallan en una región específica, su ejemplo sugiere un modo más general de formación estelar en el centro galáctico: estrellas que no nacen en cúmulos masivos, sino en asociaciones estelares más dispersas, que luego se disuelven a medida que orbitan el centro galáctico en escalas de varios millones de años. Eso explicaría por qué las estrellas jóvenes en el centro galáctico solo se pueden encontrar mediante estudios de alta resolución como el presente trabajo.
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