Los volcanes más jóvenes de Marte podrían haber sido ambientes adecuados para la vida
25/7/2017 de The Czech Academy of Sciences / Earth and Planetary Science Letters
Entre las formaciones geológicas más notables de Marte se encuentra el enorme volcán de escudo Olympus Mons que se eleva 26 kilómetros por encima de las llanuras que lo rodean. Está situado en la meseta de Tharsis, una provincia volcánica del tamaño de Europa. El vulcanismo es un fenómeno muy común en Marte. Una segunda estructura geológica se encuentra cerca del borde oriental de Tharsis, el sistema de cañones del Valles Marineris, que se extiende casi 4000 kilómetros por el ecuador, con sus fosas tectónicas alcanzando hasta los 10 kilómetros de profundidad bajo su superficie. Los científicos se han preguntado durante décadas si ha existido actividad volcánica dentro del Valles Marineris. Ahora cuatro investigadores dirigidos por Petr Brož (Academia Checa de Ciencias) han descubierto una región con 130 volcanes pequeños en la base del Valles Marineris.
El cañón Coprates Chasma, uno de los puntos más bajos del Valles Marineris, alberga un gran número de conos volcánicos y flujos solidificados de lava. «Los conos, de 400 metros de altura, han sido interpretados como volcanes de barro. Pero hemos observado detalles como la acumulación de lava solidificada producida por la inyección de lava más reciente bajo la corteza endurecida, así como patrones superficiales característicos de campos de lava en la Tierra. Esto refuerza nuestra suposición de que estamos observando vulcanismo de roca magmática y no barro líquido».
Junto con la propia existencia de volcanes en el fondo del Valles Marineris oriental, su joven edad es la segunda sorpresa del estudio. «En términos geológicos, los conos volcánicos son muy jóvenes, de sólo entre 200 y 400 millones de años de edad», explica Gregory Michael (Freie Universität Berlin). Por tanto, los volcanes de Coprates Chasma no están relacionados con la formación inicial del Valles Marineris y son significativamente más jóvenes.
Los cuatro científicos estudiaron también la composición de las lavas y los conos volcánicos a partir de datos del espectrómetro CRISM instalado en la nave Mars Reconnaissance Orbiter de NASA. «Al hacerlo hemos encontrado minerales con un contenido alto en sílice e incluso sustancias como opalinas en uno de los picos», añade James Wray (Georgia Institute of Technology). Los ópalos son materiales amorfos de silicatos con agua que no han formado una estructura cristalina. Tales composiciones mineralógicas pueden ser producidas por los llamados proceso hidrotermales, es decir, cuando los minerales precipitan a partir de soluciones calientes supersaturadas y mineralizan. Esto convierte a Coprates Chasma en un lugar interesante para los estudios astrobiológicos, puesto que los microorganismos de la Tierra encuentran hogares ideales en estos ambientes calientes ricos en energía y minerales.