La supernova huérfana que ya tiene casa
27/11/2017 de INAF / The Astrophysical Journal
Aunque sea pequeña sigue siendo una galaxia. Un equipo de astrónomos descubre el lugar donde explotó la supernova SN 2015j, uno de los episodios más luminosos en rayos X observados hasta ahora.
La de SN2015j es una historia que acaba bien. Se trata de una supernova muy brillante y peculiar en cuanto que inicialmente no se conocía su hogar. Descubierta el 27 de abril de 2015 en el observatorio de Siding Springs (Australia) fue clasificada como supernova de tipo II, una categoría rara de este tipo de objetos celestes. Pero entre sus datos de identificación quedaba tristemente vacía la casilla correspondiente al «domicilio», es decir, la galaxia en cuyo interior había explotado. Fue etiquetada como huérfana, yendo a formar parte del nutrido grupo de más de 5 mil supernovas en las mismas condiciones. Supernovas que podrían efectivamente haber explotado en medio de la nada (es decir, lejos de galaxias) originadas por estrellas masivas al fin de su ciclo vital que fueron expulsadas a gran velocidad de su lugar de origen. O quizás porque las galaxias que las albergan está demasiado lejos o son demasiado débiles.
Para resolver el caso de SN 2015j un equipo de investigadores ha utilizado instrumentos instalados en uno de los telescopios VLT de 8.2m y en el telescopio Magellan de 6.5m con los que se han tomado imágenes que han permitido determinar que SN 2015j se halla en el interior de una galaxia muy compacta y débil, con una extensión equivalente a treinta veces menos que la de nuestra galaxia, la Vía Láctea.
«Las observaciones en el infrarrojo cercano muestran una galaxia enana dotada de un disco débil y de un núcleo más brillante en el que se produjo la explosión de SN 2015j. Las galaxias enanas son de interés particular porque pensamos que son los ladrillos fundamentales con los que se forman las galaxias más grandes. En este caso se trata de una galaxia cerca de 30 veces más pequeña que nuestra Vía Láctea, donde los episodios de supernova de este tipo son, por tanto, mucho más raros», explica Vincenzo Testa (INAF-Osservatorio Astronomico di Roma).
Las observaciones en rayos X realizadas con diversos telescopios espaciales mostraban que siete segundos después de la explosión, SN 2015j todavía tenía un flujo de rayos X superior al inicial en la banda comprendida entre los 0.3 y los 10 keV. Observaciones posteriores han mostrado que la fuente todavía permanece activa en rayos X, siendo una de las supernovas jóvenes más brillantes de las observadas en rayos X.