La Nebulosa de la Tarántula teje una telaraña de misterio en una imagen de Spitzer
28/1/2020 de JPL
La Nebulosa de la Tarántula fue uno de los primeros objetivos del telescopio espacial infrarrojo Spitzer tras su lanzamiento en 2003 y el telescopio lo ha revisitado varias veces desde entonces. Ahora que Spitzer se retira el próximo 30 de enero, los científicos han generado una nueva panorámica de la nebulosa a partir de datos de Spitzer.
La imagen en alta resolución combina datos de múltiples observaciones de Spitzer, las más recientes de febrero y septiembre de 2019.
«Pienso que elegimos la Nebulosa de la Tarántula como una de nuestras primeras imágenes porque sabíamos que demostraría la amplitud de las capacidades de Spitzer», comenta Michael Werner (JPL). «Esa región posee muchas estructuras de polvo interesantes y en ella se están formando muchas estrellas, y ésos dos son campos en los que los observatorios infrarrojos pueden ver muchas cosas que no puedes observar en otras longitudes de onda».
La nebulosa alberga R136, una región donde se están formando estrellas masivas, muy cerca unas de otras a un ritmo mucho mayor que en el resto de la galaxia de la Vía Láctea. Y en las afueras de la nebulosa se encuentran los restos de la explosión de la supernova 1987 A, una de los objetos más estudiados por los astrónomos.
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