La comida de un agujero negro supera el récord de duración y tamaño
7/2/2017 de Chandra
Un agujero negro gigante descuartizó una estrella y después se tragó sus restos durante toda una década. Esto es más de diez veces más tiempo que ningún otro episodio observado de la muerte de una estrella a manos de un agujero negro. Los investigadores han realizado este descubrimiento utilizando datos del observatorio Chandra de rayos X y el satélite Swift de NASA, y el satélite XMM-Newton de ESA.
El trío de telescopios de rayos X en órbita encontró pruebas de que fuerzas de marea producidas por la intensa gravedad del agujero negro habían destruido una estrella que pasaba demasiado cerca. Durante estos episodios, parte de los escombros estelares son lanzados hacia el exterior a velocidades altas, y el resto se precipita hacia el agujero negro. Mientras viaja hacia el interior para ser digerido, el material se calienta a millones de grados y genera una característica llamarada en rayos X.
«Hemos sido testigos de la destrucción espectacular y prolongada de una estrella», afirma Dacheng Lin (Universidad de New Hampshire). «Se han detectado docenas de episodios de destrucción por mareas desde los años de 1990, pero ninguno se había mantenido tan brillante durante tanto tiempo como éste». La fase brillante extraordinariamente larga de este evento abarca más de diez años, indicando que puede tratarse de la estrella más masiva que ha sido completamente destruida en uno de estos fenómenos.
La fuente de rayos X que alberga al agujero negro, conocida por su nombre abreviado XJ1500+0154, se encuentra en una pequeña galaxia a unos 1800 millones de años-luz de la Tierra. Los datos en rayos X indican que la radiación del material que rodea a este agujero negro ha sobrepasado el llamado límite de Eddington, definido por el equilibrio entre la presión de la radiación exterior del gas caliente y la atracción gravitatoria interna del agujero negro. La conclusión es que los agujeros negros supermasivos pueden crecer gracias a este tipo de episodios o también por otros mecanismos, a ritmos por encima de los que corresponden al límite de Eddington. Este crecimiento tan rápido podría ayudar a explicar cómo los agujeros negros supermasivos alcanzaron masas de miles de millones de veces la masa del Sol cuando el Universo sólo tenia unos mil millones de años de edad.