La ausencia de fuentes extensas de rayos gamma arroja nueva luz sobre la materia oscura y el magnetismo cósmico
17/10/2018 de SLAC / The Astrophysical Journal
Cuando los astrofísicos miran el resplandor en rayos gamma de una galaxia distinta a la nuestra, lo que observan normalmente es una pequeña mancha debido a que la galaxia se encuentra extremadamente lejos. Así que cuando ven una galaxia como una mancha extensa, deducen que algo extraordinario debe de estar ocurriendo que podría ayudar a los investigadores a conocer mejor las propiedades del espacio profundo.
Ahora un equipo de investigadores ha compilado el catálogo más detallado de estas manchas utilizando ocho años de datos tomados por el telescopio de rayos gamma Fermi de NASA. Las manchas, incluyendo 19 fuentes de rayos gamma que no se sabía que eran extensas, proporcionan información crucial sobre el nacimiento de las estrellas, su muerte y cómo la galaxias expulsan materia a billones de kilómetros por el espacio.
Sin embargo, son las regiones cósmicas donde no han encontrado manchas las que arrojan nueva luz acerca de dos ingredientes particularmente misteriosos del universo: la materia oscura (una forma de materia invisible seis veces más abundante que la materia normal) y el campo magnético que empapa el espacio entre las galaxias y cuyo origen es desconocido.
Una de las cosas que los investigadores han buscado son emisiones de rayos gamma asociadas con las galaxias pequeñas que están en órbita alrededor de nuestra Vía Láctea. Dado que las más débiles de estas galaxias satélite contienen muy pocas estrellas, se piensa que se mantienen unidas gracias a la materia oscura. Pero no encontraron ninguna emisión, lo que ha sido un resultado importante: esto les permitirá, en estudios futuros, definir la distribución de la materia oscura en las galaxias satélite de la Vía Láctea y la probabilidad de que sean unas partículas llamadas WIMP (partículas hipotéticas que serían las que componen la materia oscura) las que producen los rayos gamma.