Hallan una solución posible para la paradoja del «joven Sol débil» en los impactos de asteroides primordiales
23/6/2016 de Southwest Research Institute / Earth and Planetary Science Letters
Esta ilustración resume el nuevo modelo propuesto para resolver la paradoja del joven Sol débil. Los gases producidos tras un gran impacto de meteorito contra la Tierra primitiva hacen que la atmósfera se mantenga a una temperatura alta durante un tiempo. El modelo demuestra cómo las bolsas de lava podrían emitir gases y crear un efecto invernadero que calentó el planeta. Crédito: Simone Marchi (SwRI), Benjamin Black (City College of New York).
Durante los primeros mil millones de años de historia de la Tierra, el planeta fue bombardeado por asteroides primordiales, mientras un Sol joven proporcionaba mucho menos calor. Un equipo de científicos, dirigido por el Southwest Research Institute, sugiere que este tumultuoso comienzo puede en última instancia haber alimentado la vida en la Tierra, particularmente en lo que se refiere a mantener agua líquida en la superficie.
«Los impactos tempranos provocaron destrucción localizada, temporal y condiciones hostiles para la vida. Pero al mismo tiempo tuvieron un efecto beneficioso a largo plazo al estabilizar las temperaturas superficiales y aportando elementos clave para la vida tal como la conocemos», comenta el Dr. Simone Marchi.
«Las condiciones atmosféricas y en la superficie durante los primeros mil millones de años de la historia de la Tierra se conocen poco debido a la escasez de pruebas geológicas y geoquímicas», comenta Marchi. Sin embargo, antiguos cristales de circonio hallados en rocas sedimentarias proporcionan pruebas de que nuestro planeta tuvo océanos líquidos, por lo menos intermitentemente, durante este periodo temprano. Su equipo ha creado un modelo nuevo para calcular la cantidad de gases producidos por impactos en la Tierra temprana, demostrando que el efecto invernadero resultante podría haber compensado la débil luz del Sol bebé lo suficiente como para mantener agua líquida.
El descubrimiento puede ser clave para entender cómo empezó la vida en la Tierra a pesar del Sol débil y el caos producido por las colisiones. Los estudios de otras estrellas, así como los modelos teóricos, han demostrado que las estrellas como el Sol empiezan su vida siendo entre un 20 y un 30 por ciento menos brillantes en longitud de onda del visible que el Sol actualmente. Aumentan gradualmente de brillo con el tiempo. Cuando el Sol era mucho menos brillante, la Tierra con su composición atmosférica actual, habría estado congelada. Si los océanos hubieran estado congelados, podría ser que la vida no hubiese aparecido.