ExoMars 2020: avances y desafíos
2/7/2019 de ESA
El conjunto del paracaídas que ayudará a depositar el róver de ExoMars y la plataforma científica de superficie en Marte acaba de completar un ensayo de secuencia de despliegue a gran altitud de escala completa, en el que se produjeron daños inesperados en los paracaídas principales.
Entretanto, los principales elementos físicos del módulo de descenso, incluido el escudo térmico que protegerá el aterrizador durante su entrada en la atmósfera marciana, han sido entregados esta semana a Thales Alenia Space en Turín (Italia). La nave portadora europea, que llevará la misión de la Tierra a Marte, y la plataforma de aterrizajerusa Kazachok llegaron a Italia este mismo año. El róver, bautizado Rosalind Franklin, en estos momentos se está equipando con hardware y con la carga útil científica en Stevenage (Reino Unido). Una vez completamente integrado, el conjunto físico se probará para garantizar que está listo para viajar al espacio y operar en Marte.
Como parte de las próximas pruebas previstas, el sistema del paracaídas se ajustará para responder a un problema detectado en el último ensayo de caída a gran altitud, efectuado el 28 de mayo en el centro Esrange de la Corporación Espacial Sueca (SSC) en Kiruna.
El módulo de descenso precisa de dos paracaídas, cada uno con su propio paracaídas piloto, para frenar la nave antes de amartizar. Tras la separación de los paracaídas, la velocidad debe ser adecuada para que los motores de frenado puedan depositar de forma segura la plataforma de aterrizaje y el robot explorador en la superficie de Marte. La secuencia completa desde la entrada atmosférica hasta el amartizaje dura tan solo seis minutos.
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