ESO capta las mejores imágenes obtenidas hasta ahora del peculiar asteroide con forma de hueso
13/9/2021 de ESO / Astronomy & Astrophysics
Utilizando el Very Large Telescope del Observatorio Europeo Austral (VLT de ESO), un equipo de astrónomos ha obtenido las imágenes más nítidas y detalladas hasta la fecha del asteroide Cleopatra. Las observaciones han permitido al equipo restringir, con la mayor precisión obtenida hasta el momento, la forma en 3D y la masa de este peculiar asteroide, que se asemeja a un hueso de roer. Su investigación proporciona pistas sobre cómo se formaron este asteroide y las dos lunas que lo orbitan.
«Cleopatra es sin duda un cuerpo único en nuestro Sistema Solar«, afirma Franck Marchis, astrónomo del Instituto SETI, en Mountain View (EE.UU.) y del Laboratoire d’Astrophysique de Marsella (Francia), quien dirigió un estudio sobre el asteroide -que tiene una froma inusual y cuenta con dos lunas-, publicado hoy en la revista Astronomy & Astrophysics. «La ciencia progresa mucho gracias al estudio de elementos atípicos que están fuera de la norma. Creo que Cleopatra es uno de ellos y comprender este complejo y múltiple sistema de asteroides puede ayudarnos a aprender más sobre nuestro Sistema Solar«.
Cleopatra orbita el Sol en el Cinturón de Asteroides que se encuentra entre Marte y Júpiter. La comunidad astronómica lo ha llamado «asteroide hueso de perro» (dog-bone en inglés) desde que las observaciones de radar, hace unos 20 años, revelaron que tiene dos lóbulos conectados por un grueso «cuello». En 2008, Marchis y sus colegas descubrieron que Cleopatra está orbitado por dos lunas, llamadas AlexHelios y CleoSelene, en honor a los hijos de la reina egipcia.
Combinando las nuevas estimaciones de volumen y masa, la comunidad astronómica pudo calcular un nuevo valor para la densidad del asteroide, que, con menos de la mitad de la densidad del hierro, resultó ser más baja de lo que se pensaba anteriormente. La baja densidad de Cleopatra, que se cree que tiene una composición metálica, sugiere que tiene una estructura porosa y podría ser poco más que un «montón de escombros». Esto significa que, probablemente, se formó tras la reacumulación de material que pudo tener lugar después de un gigantesco impacto.
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