Vida fuera de la zona habitable
17/3/2020 de AAS NOVA / The Astrophysical Journal Letters
La zona habitable tradicional de una estrella marca el rango de distancias a las que un planeta en órbita recibe suficiente calor de su estrella para albergar agua liquida en su superficie. Dado que el agua (u otro líquido) es generalmente considerara un ingrediente necesario para que la vida surja y sobreviva, las zonas habitables estelares representan las fronteras adecuadas dentro de las cuales buscar vida fuera de nuestro sistema solar.
Pero el calentamiento exterior por la luz de una estrella no es el único modo de mantener un planeta suficientemente templado como para permitir la existencia de agua líquida en la superficie, según los científicos Manasvi Lingam (Harvard University; Florida Institute of Technology) y Abraham Loeb (Harvard University). Existen procesos adicionales que pueden calentar la superficie de un planeta desde el interior, en particular, la desintegración radiactiva y el calor primordial de la formación del planeta.
En su estudio, Lingam y Loeb concluyen que una supertierra rocosa con una atmósfera tenue necesitaría abundancias de isótopos radiactivos unas 1000 veces más altas que las de la Tierra para poder albergar océanos de agua de larga duración sin la ayuda de la luz de su estrella. En cambio, los océanos de etano duraderos son más fáciles de conseguir, necesitando sólo unas 100 veces la abundancia de radioisótopos de la Tierra.
Los mundos que se encuentren en las regiones internas del bulbo galáctico (donde las fusiones de estrellas de neutrones que producen radioisótopos son más comunes) o en ambientes pobres en gas son los lugares donde se piensa que existe una mayor abundancia de radioisótopos. Estas abundancias podrían ser suficientes para generar el calor necesario para mantener líquidos en las superficies de los planetas.
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