Vesta, háblanos de la infancia del Sistem Solar
8/9/2018 de INAF / Icarus
Durante décadas el asteroide Vesta ha sido considerado uno de los testigos más fiables de los inicios del Sistema Solar. En particular, la supervivencia de su delgada corteza volcánica frente a impactos proporciona un límite sólido a lo violento que pudo ser el Sistema Solar en su juventud. Sin embargo, recientemente datos tomados por la misión Dawn de NASA sugieren que la memoria de Vesta podría no ser tan buena como pensábamos.
Por un lado, los cráteres producidos por impactos sobre su superficie los últimos 4 mil millones de años parecen haber borrado los rastros de otros mucho más antiguos formados en el disco circunsolar. Por otro, el posible grosor mayor de su corteza con respecto a lo sugerido por los meteoritos HED (que la misión Dawn confirmó que eran fragmentos de Vesta que aterrizaron en la Tierra) hacen que la información proporcionada por la supervivencia de la corteza sea muy vaga.
Un equipo internacional de investigadores dirigido por Diego Turini (INAF-IAPS) sugiere que no existe ningún problema. «Se trata de cambiar nuestra perspectiva y, en lugar de centrarnos en los efectos destructivos de los impactos como hemos hecho hasta ahora, consideremos los constructivos también», explica Turrini. «Cada impacto elimina material de la superficie de Vesta pero al mismo tiempo le aporta material nuevo», continúa Vladimir Svetsov.