Una meteorología espacial adversa puede impedir la vida en los planetas de las estrellas de tipo enana roja
3/6/2014 de Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics (CfA)
Ilustración artística que muestra un hipotético mundo alienígena en órbita alrededor de una estrella enana roja. Aunque se encuentra en la zona habitable de la estrella, este planeta se enfrenta a un ambiente espacial extremo que está arrancando su atmósfera y generando potentes auroras. Debido a estas duras condiciones físicas, los planetas de las enanas rojas podrían no ser habitables después de todo, así que la vida en el Universo podría ser más rara de lo que pensamos. Crédito: David A. Aguilar (CfA)
La vida en el Universo podría ser incluso más rara de lo que pensamos. Recientemente, astrónomos que buscan mundos potencialmente habitables se han centrado en estrellas enanas rojas porque son el tipo más común de estrella, constituyendo el 80 por ciento de las estrellas del Universo. Pero un nuevo estudio muestra que las condiciones meteorológicas espaciales adversas pueden arrancar la atmósfera de un planeta rocoso cuya órbita se encuentre en la zona habitable de la enana roja.
«Un planeta en una enana roja se enfrenta a un ambiente espacial extremo, además de otras tensiones como el acoplamiento orbital», comenta Ofer Cohen del Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics (CfA).
La Tierra está protegida de las erupciones solares y la meteorología espacial por su campo magnético. Al igual que los escudos de la nave Enterprise de la serie Star Trek, el campo magnético de la Tierra desvía las oleadas de energía que llegan al planeta. También nos protege la distancia ya que la Tierra está en órbita alrededor del Sol a 150 millones de kilómetros.
Las enanas rojas son más pequeñas y frías que el Sol. Para estar en la «zona habitable», donde la temperatura es suficientemente alta como para que exista agua líquida en la superficie, un planeta habría de estar mucho más cerca a su estrella que la Tierra lo está al Sol. Como resultado, un planeta así se vería sujeto a una meteorología espacial severa debido al bombardeo continuo del viento estelar producido por la enana roja.