Una estrella perturbó a cometas del sistema solar en la prehistoria
21/3/2018 de SINC / Monthly Notices of the Royal Astronomical Society Letters
En un momento en el que los humanos modernos comenzaban a salir de África y los neandertales habitaban en nuestro planeta, la estrella de Scholz –llamada así por el astrónomo alemán que la descubrió– se acercó a menos de un año luz del Sol. Hoy se encuentra a casi 20 años luz de distancia, pero hace 70.000 años se llegó a adentrar en la nube de Oort, un reservorio de objetos transneptunianos situado en los confines del sistema solar.
Este descubrimiento lo hizo público en 2015 un equipo de astrónomos dirigidos por el profesor Eric Mamajek de la Universidad de Rochester (EE UU).
Ahora dos astrónomos de la Universidad Complutense de Madrid, los hermanos Carlos y Raúl de la Fuente Marcos, junto al investigador Sverre J. Aarseth de la Universidad de Cambridge (Reino Unido), han analizado por primera vez los cerca de 340 objetos del sistema solar que tienen órbitas hiperbólicas (con forma de V muy abierta, no las típicas elípticas), y al hacerlo han detectado que la trayectoria de algunos de ellos está influenciada por el paso de la estrella de Scholz.
“Mediante simulaciones numéricas hemos calculado las radiantes o posiciones en el cielo de las que aparentan venir todos estos objetos hiperbólicos”, explica Carlos de la Fuente Marcos. “En principio –añade–, uno esperaría que esas posiciones se distribuyeran de forma uniforme en el cielo, en particular si estos objetos proceden de la nube de Oort. Sin embargo, lo que encontramos es muy diferente: una acumulación estadísticamente significativa de radiantes. La sobredensidad más acusada aparece proyectada en la dirección de la constelación Géminis, lo que se ajusta al encuentro cercano con la estrella de Scholz”.