Un «campo de fuerza» magnético protege una nube gigante de gas durante su colisión con la Vía Láctea
4/11/2013 de NRAO
La condenación puede ser evitada por la Nube Smith, una gigantesca serpentina de gas hidrógeno que se encuentra en curso de colisión con la galaxia la Vía Láctea. Los astrónomos han descubierto, con los radiotelescopios Karl G. Jansky Very Large Array (VLA) y Robert C. Byrd Green Bank Telescope (GBT), un campo magnético a gran profundidad en el interior de la nube, que podría protegerla durante su meteorítico zambullido contra el disco de nuestra Galaxia.
Este descubrimiento podría ayudar a explicar cómo las llamadas nubes de alta velocidad (HVC, de sus siglas en inglés) permanecen en su mayor parte intactas durante sus fusiones con los discos de las galaxias, donde aportan combustible fresco para una nueva generación de estrellas.
Actualmente la Nube Smith está lanzada hacia la Vía Láctea a más de 240 kilómetros por segundo y su impacto está previsto para dentro de 30 millones de años, aproximadamente. Cuando colisione, piensan los astrónomos, provocará un espectacular brote de formación de estrellas. Pero antes ha de sobrevivir la entrada a través del halo, o atmósfera, de gas caliente ionizado que rodea la Vía Láctea.
«El millón de grados de la atmósfera superior de la galaxia debería de destruir estas nubes de hidrógeno antes de que alcanzaran el disco, donde se forma la mayoría de las estrellas», afirm Alex Hill, astrónomo del Commonwealth Scientific and Industrial Research Organization (CSIRO) de Australia, y director del trabajo. «Las nuevas observaciones muestran una de estas nubes a punto de ser despedazada, pero un campo magnético protector actúa como escudo para la nube y puede que le ayude a sobrevivir su chapuzón».