Un nuevo giro en la resolución del misterio de los compañeros estelares
5/12/2017 de Caltech / Nature Astronomy
Tomar una fotografía de un exoplaneta (un planeta en otro sistema solar) no es tarea fácil. La luz de la estrella progenitora del planeta supera con mucho la luz del propio planeta, lo que hace que éste sea difícil de ver. Aunque tomar la imagen de un pequeño planeta rocoso como la Tierra no es todavía posible, los investigadores han realizado avances tomando imágenes de unos 20 cuerpos planetarios gigantes. Estos objetos, conocidos como compañeros de masa planetaria, son más masivos que Júpiter, están en órbita lejos del resplandor de sus estrellas y son todavía suficientemente jóvenes para resplandecer aún con el calor de su formación, todo ello factores que los hacen más fáciles de fotografiar.
Pero queda una gran pregunta: ¿son estos compañeros de masa planetaria realmente planetas o se trata, en cambio, de estrellas «fallidas» llamadas enanas marrones? Las enanas marrones se forman del mismo modo que lo hacen las estrellas (por el colapso de nubes de gas) pero carecen de la masa necesaria para encenderse y brillar con luz estelar. Pueden encontrarse flotando en su propio espacio, o en órbita con otras enanas marrones o estrellas. Las enanas marrones más pequeñas son de tamaño parecido al de Júpiter y parecerían un planeta cuando estuviesen en órbita alrededor de una estrella.
Ahora investigadores de Caltech han atacado el misterio de un modo nuevo: han medido el ritmo de giro de tres de los compañeros de masa planetaria fotografiados y los han comparado com los ritmos de giro de enanas marrones pequeñas. Los resultados ofrecen pistas nuevas que apuntan al modo en que los compañeros pueden haberse formado.
«Las nuevas medidas de ritmos de giro sugieren que si estos cuerpos son planetas masivos situados lejos de sus estrellas, tienen propiedades que son muy similares a las de las enanas marrones más pequeñas», comenta Heather Knutson (Caltech). Esto sugiere dos posibilidades. Una, que los compañeros de masa planetaria sean efectivamente enanas marrones. Otra, que los compañeros estudiados en esta investigación sean planetas recién formados tal como lo hacen los planetas, a partir de discos de material que giran alrededor de sus estrellas, pero que por razones todavía no comprendidas, los objetos acabaron con ritmos de giro parecidos a los de las enanas marrones. Los astrónomos planean estudios futuros de ritmos de giro para investigar mejor el asunto.