Un meteorito marciano revoluciona la teoría de formación de los planetas
17/6/2022 de UC Davies / Science
Un estudio nuevo de un antiguo meteorito contradice las teorías aceptadas actualmente acerca de cómo los planetas rocosos, por ejemplo la Tierra y Marte, adquieren elementos volátiles como hidrógeno, carbono, oxígeno, nitrógeno y gases nobles mientras se forman.
Una hipótesis básica es que los planetas consiguen estos volátiles inicialmente desde la nebulosa que rodea a una estrella joven. Como el planeta es una bola de roca fundida en este punto, esos elementos se disuelven inicialmente en el océano de magma y luego se convierten en gas que regresa a la atmósfera. Más tarde, los meteoritos condríticos que chocan contra el joven planeta aportan más materiales volátiles. Por tanto, los científicos esperan que los elementos volátiles del interior del planeta reflejen la composición de la nebulosa solar, o de una mezcla de volátiles de la nebulosa y meteoríticos, cuando los volatiles de la atmósfera proceden principalmente de meteoritos. Estas dos fuentes – la nebulosa solar frente a la meteorítica- pueden distinguirse por las proporciones entre isótopos de los gases nobles, en particular del kriptón.
Algunos de los meteoritos que caen a la Tierra proceden de Marte. La mayoría son fragmentos de rocas de la superficie que han estado expuestas a la atmósfera marciana. Pero el meteorito de Chassigny, que cayó a la Tierra en 1815, en Francia, es raro e inusual porque se piensa que es representativo del interior del planeta.
Midiendo con cuidado extremo cantidades diminutas de isótopos de kriptón en dicho meteorito, los investigadores pudieron deducir el origen de los elementos químicos de la roca. Sorprendentemente, los isótopos de kriptón del meteorito se corresponden con los originados a partir de meteoritos, no de la nebulosa solar. Esto significa que los meteoritos transportaron elementos volátiles al planeta en formación mucho antes de lo que se pensaba y en presencia todavía e la nebulosa solar, contrariamente a lo que se creía. Por tanto, los nuevos resultados sugieren que el crecimiento de Marte se había completado antes de que la radiación del Sol disipara la nebulosa solar.
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