Un impacto cósmico destruyó uno de los primeros asentamientos humanos del mundo
11/3/2020 de UC Santa Barbara / Nature Scientific Reports
Antes de que la presa Taqba retuviera el río Éufrates al norte de Siria en la década de 1970, un yacimiento arqueológico conocido como Abu Hureyra conservaba el testimonio del momento en que antigua gente nómada creó por primera vez un asentamiento y empezó a cultivar la tierra. Un gran montículo marca el lugar, que ahora se encuentra bajo el lago Assad.
Pero antes de que el lago fuera creado, los arqueólogos consiguieron extraer cuidadosamente y describir una gran cantidad de material, incluyendo partes de casas, alimentos y herramientas, una abundancia de pruebas que les permitieron identificar la transición a la agricultura hace casi 12800 años.
Pero entre los cereales y granos, y salpicando el material de construcción y los huesos de animales se ha encontrado cristal fundido con algunas características que sugieren que se formó a temperaturas extremadamente altas, mucho mayores de lo que podían conseguir los humanos en aquella época o que puedan ser atribuidas a fuego, rayos o volcanes. Sin embargo, son temperaturas normales en el caso de impactos de asteroides o cometas.
Abu Hureyra se encuentra en el sector más oriental de la zona por donde se esparcieron los restos del hipotético cometa Clovis hace 12900 años que provocó una fase breve de enfriamiento conocida como Dryas Reciente o Joven Dryas. El impacto afectó otros 30 lugares en América, Europa y partes del Medio Oriente.
«Un solo impacto grande de asteroide no habría causado una distribución tan amplia de materiales similares a los descubiertos en Abu Hureyra”, explica James Kennett (UC Santa Barbara). En cambio, «se ha propuesto que grandes grupos de escombros de un cometa serían capaces de causar miles de explosiones en el aire en cuestión de minutos por todo un hemisferio entero de la Tierra. La hipótesis del Joven Dryas propone este mecanismo para dar cuenta de la amplia dispersión de materiales coetáneos por más de 14000 kilómetros del los hemisferios norte y sur. Nuestros descubrimientos en Abu Hureyra apoyan sólidamente que se produjo un impacto grande por un fragmento del cometa».
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