Un exo-Venus en el vecindario local
5/5/2017 de AAS NOVA / The Astronomical Journal
La Tierra es un gran lugar donde vivir, y Venus no lo es en absoluto. Ambos tienen masas y densidades similares. Así que, ¿por qué uno evolucionó para mantener vida y el otro se convirtió en un horno inhóspito y estéril? Ésta es una pregunta que podríamos ser capaces de responder si pudiésemos conseguir observaciones de otros planetas parecidos a Venus y la Tierra. El descubrimiento reciente de un exo-Venus en nuestro vecindario solar podría suponer un paso adelante hacia este objetivo.
Un equipo de científicos dirigido por Isabel Angelo (SETI Institute, NASA Ames Research Center, y UC Berkeley) ha anunciado el descubrimiento de Kepler-1649b, un exoplaneta que transita por delante de una estrella situada a solo 210 años-luz de distancia. Kepler-1649b es único en el sentido de que siendo aproximadamente del mismo tamaño que la Tierra y Venus también recibe una cantidad de luz estelar parecida a la que llega a Venus.
Angelo y sus colaboradores realizaron una serie de observaciones de seguimiento después del descubrimiento con Kepler del planeta, para verificar su naturaleza y conocer sus propiedades. Descubrieron que Kepler-1649b tiene un radio que es 1.08 veces el de la Tierra y recibe un flujo incidente de radiación solar que es 2.3 veces el de la Tierra, y muy parecido al flujo incidente que recibe Venus. Kepler-1649b está alrededor de una estrella que sólo tiene un cuarto del radio de nuestro Sol, y se encuentra en órbita mucho más cerca de su estrella, rodeándola una vez cada 8.7 días.
Sin embargo, hay varios factores que lo diferencian de Venus. Kepler-1649b sufre los efectos de la variabilidad de su estrella, una enana de tipo M típicamente más activa magnéticamente que nuestro Sol. Además recibe radiación de menor energía debido a que su estrella, más fría que el Sol, emite radiación a frecuencias menores que el Sol. Además puede estar sujeto a fuertes efectos de marea producidos por la estrella al tener una órbita tan cercana a ella, que influirán a su vez en la existencia de estaciones y en la actividad geológica del planeta.