Los planetas pueden ser una fórmula antiedad para las estrellas
Un planeta del tipo Júpiter caliente pueden influir sobre su estrella a través de fuerzas de marea, causando que esta gire más rápido que si no existiera el planeta.
Un planeta del tipo Júpiter caliente pueden influir sobre su estrella a través de fuerzas de marea, causando que esta gire más rápido que si no existiera el planeta.
Las primeras observaciones de un huracán espacial han sido realizadas en la alta atmósfera de la Tierra, confirmando su existencia y arrojando nueva luz acerca de la relación entre los planetas y el espacio.
Durante los últimos meses de 2020 Júpiter y Saturno han dominado el cielo nocturno siendo un referente visual inconfundible. Ahora, según acaba el año y a medida que sus posiciones se acercan al ocaso, terminarán por ofrecer un espectáculo final: la Gran Conjunción, un «Encuentro de Gigantes».
Los planetas gigantes que se desarrollan al principio de la vida de un sistema estelar podrían solucionar el misterio de por qué no se observan estructuras espirales en los discos protoplanetarios jóvenes.
Un equipo de astrónomos ha identificado la primera evidencia directa de que los grupos de estrellas pueden destrozar sus discos de formación de planetas, dejándolos deformados y con sus anillos inclinados.
Un nuevo modelo analítico para el cálculo de la conductividad térmica efectiva del regolito planetario permite a los científicos comprender mejor las conexiones entre las propiedades físicas y térmicas de las superficies planetarias y los procesos que dependen de ellas.
Los resultados confirman medidas previas y refuerzan la premisa de que la materia en planetas cono Neptuno y Urano se puede alterar de manera dramática: la mezcla caliente de hidrocarburos en el interior de gigantes de hielo puede producir una especie de lluvia de diamantes.
Anillos densos y estrechos de cometas se juntan para formar planetas en al menos tres sistemas solares lejanos.
Un nuevo estudio ha examinado la estructura y comportamiento precisos de las partículas de hielo que colisionan y crecen al inicio de la formación de planetas.
Un objeto que había sido identificado anteriormente como un gran análogo de Júpiter flotando libremente ha resultado ser dos objetos cada uno con la masa de unos pocos jupíteres. Este es el sistema binario de menor masa que ha sido descubierto.
Muchos de los elementos básicos planetarios originales de nuestro Sistema Solar pueden haber empezado no como asteroides rocosos sino como bolas de barro caliente.
Un equipo de científicos sugiere en un estudio nuevo la existencia de una clase de objeto planetario llamado «sinestia», una enorme masa giratoria con forma de dónut, hecho de roca caliente, vaporizada, formada cuando chocan entre sí objetos del tamaño de planetas.