Agujeros negros colosales unidos en un baile en el corazón de una galaxia
El objeto doble, designado PKS 2131-021, es el segundo candidato conocido a ser una pareja de agujeros negros supermasivos pillados mientras se están fusionando.
El objeto doble, designado PKS 2131-021, es el segundo candidato conocido a ser una pareja de agujeros negros supermasivos pillados mientras se están fusionando.
Un equipo de investigadores ha desarrollado un método inverso para abordar el problema, una técnica basada en el aprendizaje automático (machine learning) capaz de deducir automáticamente un modelo matemático del movimiento de los agujeros negros a partir de los datos de las ondas gravitacionales directamente.
los científicos Alexander Nitz y Collin Capano han vuelto a analizar la señal de GW190521. Sus resultados apuntan a que los agujeros negros involucrados tendrían 16 y 170 masas solares.
Un equipo de investigadores ha sugerido un proceso novedoso para explicar la colisión entre un gran agujero negro y otro mucho más pequeño.
La cuarta detección de ondas gravitacionales durante la tercera temporada de observaciones de los observatorios LIGO y VIRGO ha permitido estudiar la fusión más masiva de agujeros negros observada hasta la fecha.
En nuestro estudio, concluimos que el destello es probablemente el resultado de la fusión de dos agujeros negros.
Vijay Varma y sus colaboradores han desarrollado un nuevo método que utiliza las medidas de las ondas gravitacionales para predecir cuándo un agujero negro permanecerá en su galaxia anfitriona y cuándo será expulsado.
Si Athena y LISA operasen conjuntamente durante al menos unos años, podrían llevar a cabo un experimento único: observar la fusión de agujeros negros supermasivos en ondas gravitacionales y en rayos X.
Nueva detección de ondas gravitacionales, GW170608, cuya señal fue producida por la fusión de dos agujeros negros relativamente ligeros, de 7 y 12 veces la masa del Sol, a una distancia de unos mil millones años-luz de la Tierra.
Las afueras de las galaxias espirales como la nuestra podrían estar atiborradas de agujeros negros en colisión de proporciones enormes, convirtiéndose así estos lugares en un objetivo principal para la búsqueda de fuentes de ondas gravitacionales.