Revelando secretos galácticos
26/10/2017 de ESO
Innumerables galaxias compiten por llamar la atención en esta deslumbrante imagen del cúmulo de Fornax: algunas aparecen sólo como puntos de luz mientras que otras dominan el primer plano. Una de ellas es la galaxia lenticular NGC 1316. El turbulento pasado de esta galaxia, ampliamente estudiada, ha dejado su huella en forma de delicada estructura de bucles, arcos y anillos que, ahora, los astrónomos han fotografiado con un detalle sin precedentes con el telescopio de rastreo del VLT. Esta imagen asombrosamente profunda revela también una miríada de objetos tenues junto con una débil luz intracumular.
Esta imagen profunda, captada usando las excepcionales capacidades del VST (VLT Survey Telescope, telescopio de rastreo del VLT) en el Observatorio Paranal de ESO, en Chile, revela los secretos de los luminosos miembros del cúmulo de Fornax, uno de los cúmulos de galaxias más ricos y cercanos a la Vía Láctea.
Quizás, el miembro más fascinante del cúmulo sea NGC 1316, una galaxia que ha experimentado una historia muy movida tras nacer por la fusión de varias galaxias más pequeñas. Las distorsiones gravitatorias del pasado aventurero de la galaxia han dejado su huella en la estructura lenticular. En la década de 1970 se observaron por primera vez las grandes ondas, bucles y arcos embebidos en la envoltura exterior cargada de estrellas, y hoy sigue siendo un campo activo de estudio para los astrónomos, que utilizan la última tecnología de los telescopios para observar los detalles más finos de la inusual estructura de NGC 1316 mediante una combinación de imagen y modelos.
Las fusiones que formaron NGC 1316 generaron un flujo de gas que alimenta a un exótico objeto astrofísico en su centro: un agujero negro supermasivo con una masa de aproximadamente 150 millones de veces la del Sol. A medida que acreta la masa de su entorno, este monstruo cósmico genera chorros de partículas de alta energía inmensamente potentes, que a su vez dan origen a los característicos lóbulos de emisión que se ven en longitudes de onda de radio, haciendo que NGC 1316 sea la cuarta fuente de radio más brillante del cielo.